Rafael Alonso Solís (tercero en la foto), catedrático de Fisiología y director del Instituto Universitario de Tecnologías Biomédicas de la ULL presentó, este 17 de marzo, su primera novela, El canto de la raposa en el Ateneno de La Laguna. Una obra que reúne sus dos subgéneros favoritos: el suspense y policíaco. Asimismo, el ganador del Premio de Relatos del desaparecido diario La Tarde (1927-1982) con Algunas consideraciones en torno a Zaj (1975), comentó que su trayectoria profesional no ha influido en la elección del tema entorno al que gira el relato, pues «considero que la literatura se trata de una afición más allá de mi labor del día a día».
A través de su novela, pretende llegar a la explicación de la vida mediante la pérdida, ya que considera que el ser humano está siempre esperando la muerte o sintiendo su compañía. «De esta manera, la vida se entiende de forma gradual y acumulativa. Busco aclarar el sentido de la muerte». Para ello, en su obra muestra un arquetipo considerado característico del ser humano posmoderno.
Tal y como comenta Lydia Vázquez, profesora de la Universidad del País Vasco, «su narrativa desvela una obra cargada de ironía en el que el ‘yo’ rememorador de un pasado, impone a su ser presente». Además, la historia alterna con otro personaje, el asesino, que ejerce su trabajo con profesionalidad y arte”.
La habilidad de Solís consigue llevar al lector a lo más profundo de la mente humana utilizando recursos como el suspense Y, aunque afirma que se aleja, en cierta medida, de los cánones de la novela negra considera que “algo de eso hay, pero de forma más difusa e inquietante”.
Finalmente, el autor expresó que «lo que pretende El canto de la raposa es plantear al lector la verdad acerca de la vida y busca sorprender, no solo por el desarrollo, sino más bien por el desenlace”.
En el acto intervinieron también, el autor Ignacio Cestao, Juan Manuel García Ramos, catedrático de Filología Española e Inmaculada Perdomo, directora de la cátedra Pedro García Cabrera.