El mejor panorama musical isleño volvió a congregarse en el XV Premio de Música de la Universidad de La Laguna, cuyos finalistas participaron este fin de semana en el Paraninfo Universitario en el ya más que consolidado festival ULL Rock. Esta edición, marcada por la situación sanitaria y el distanciamiento social, fue emitida por streaming para no perder seguidores en una cita que tiene ya una larga trayectoria y que, pese a todo, no se ha visto interrumpida. El rock alternativo y experimental de la banda tinerfeña Not a Number hizo vibrar al recinto y se erigió como el ganador de la noche.
La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, que asistió a esta cita con la música, agradeció la participación a todos los grupos e hizo hincapié en la importancia de que se siga apoyando la cultura en sus distintas facetas, ya sea pintura, fotografía, escultura, cine o teatro.
En una versión reducida, el festival ULL Rock no dejó indiferente a nadie, con una muestra musical variada y en la que triunfó Not a Number, que se llevó el premio dotado con 1400 euros. El segundo puesto recayó en la banda Onofreefadar, tras la deliberación del jurado, que contó con el director del Aula de Música de la Universidad de La Laguna, Juan Carlos Martín; los músicos David Álvarez y Rubén Hernández, y Beatriz Martín de la Rosa, del Vicerrectorado de Cultura y Participación Social.
La decimoquinta edición de este festival arrancó con la actuación de Mariana, la única solista que participó este año. El sonido de su guitarra, sus delicadas letras y su voz iluminó la interpretación más intimista de todo el certamen. Seguidamente, cambiando el registro de forma radical, saltó al escenario Onofreefadar, una banda con una amplia trayectoria y experiencia en Tenerife. Sus letras comprometidas, ensalzando la cultura por encima de la economía, junto al sonido del saxofón y la trompeta dieron un toque distinto al rock clásico que se desprendía del bajo, la batería y la guitarra eléctrica. Este rock se difuminó por momentos con otros estilos musicales como el rap o el pop.
La energía de Not a Number llegó al Paraninfo en tercer lugar. Los tres miembros de este grupo de rock alternativo, en el que se premia el sonido de la batería y la guitarra eléctrica, fue de menos a más con una puesta en escena cuidada y profesional. Con el inglés como idioma principal, esta banda también hizo gala de su versatilidad interpretando temas más lentos en los que integraron sonidos de piano.
A continuación, llegó la hora de saborear el pospunk de la banda The Weeird, una propuesta que rompía de nuevo con los todo lo que se había escuchado hasta ese momento sobre el escenario del festival. Siguiendo con el rock por bandera, esta banda se caracterizó por la clara influencia que desprendía de la música electrónica.
El último de los participantes de la velada fue Kumar Kislo, una actuación que se movió entre el sonido rockero más clásico y el pop más actual. Además, las letras controvertidas no dejaron de llamar la atención a todos los presentes.
Para cerrar la noche subió al escenario el grupo ganador de la edición de 2019, Morirán todos!, que se encuentra grabando nuevos trabajos musicales y que, como ya es tradición en esta cita, actuó mientras el jurado estaba deliberando.