La actriz también da clases de interpretación en el Instituto del Cine Canarias. Foto: PULL.

«La interpretación no es un camino de rosas, hay mucha inseguridad»

Cultura / Ocio

Mari Carmen Sánchez es una actriz española nacida en Cádiz. Reside en Canarias desde su infancia y en el año 2017 fue reconocida como Hija Adoptiva de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad en la que vive en la actualidad. A lo largo de su trayectoria profesional ha trabajado en televisión, en el teatro y también en el cine, tanto dentro como fuera del Archipiélago. Recientemente la hemos podido ver en la serie Hierro o en la exitosa La casa de papel, en la que ha dado vida al personaje de Paquita, una de las rehenes.

Su papel en la serie de Antena 3, El secreto de Puente Viejo, le otorgó el premio a la mejor interpretación secundaria en el Festival y Mercado de Televisión Internacional de Buenos Aires.

Muchos de los proyectos en los que se embarca son en la Península, pero sigue viviendo en las Islas. ¿No le resulta complicado?  «Sí, pero aquí es donde está mi casa. Aunque yo soy gaditana, aquí está mi familia y también aquí tengo mucho trabajo. Además suelo hacer teatro en las Islas, y eso me hace muy feliz porque me permite quedarme más tiempo. Me cansa, a veces, el estar viajando constantemente, pero yo creo que es algo a lo que te acostumbras».

Me comenta que su papel en El tiempo entre costuras es lo mejor que le pudo pasar y que le abrió muchas puertas. ¿Qué supuso para usted? «El personaje de Candelaria en esa serie es de las mejores cosas que me han ocurrido en mi carrera. Yo había hecho muchas otras cosas antes, estuve en El Caso Malaya para TVE,  en la película La caja, pero el gran salto creo que fue ahí. Me lo pasé genial, el rodaje fue magnífico, y además nos hicimos muy amigos entre todo el equipo. Algunas partes se rodaron íntegramente en Tetuán y también en Tánger, y luego el resto en la Península. Fue una aventura maravillosa y conocí a una gente fantástica. Además con algunos de los actores, he vuelto a coincidir en La Casa de papel, algo que me dio mucha alegría».

¿Cómo recuerda su primer trabajo como actriz? «Realmente, empecé en el colegio, aunque suene a tópico.  Lo hice vestida de pastorcita en una obra de navidad, con 7 u 8 años. Y ya profesionalmente, me estrené con Israel Reyes, en un espectáculo de cabaret, con otras dos actrices, que nos llevó por toda la Península de gira. Ahí decidí que no me podía dedicar a otra cosa».

«La serie Hierro ha puesto al audiovisual canario en primera línea»


Recientemente la hemos podido ver en La Casa de Papel de Netflix. ¿Cómo surgió la propuesta? «Pues fue a través de un casting, mi representante me lo comentó y decidí hacerlo. Al final me escogieron y fue una gran ilusión. En la tercera temporada salía tímidamente, y ya en la cuarta si que he tenido algo más de recorrido. Interpreto al personaje de Paquita, una de las rehenes, que además es matrona».

¿Cómo es trabajar en la serie? ¿Qué se lleva del rodaje? «Trabajar en La Casa de Papel es un sueño. Es muy complicada de grabar, porque son muchas horas. Pero eso sí, tanto el equipo técnico como la dirección lo tienen todo perfectamente organizado. Hay muchísima figuración y los platós en los que rodamos son espectaculares. De todas las series en las que he estado, esta es la más americana. Y todos los compañeros, tanto los de delante como los de detrás de cámaras, son maravillosos».

Otra serie en la que la hemos visto no hace tanto es Hierro. ¿Qué opina de que Canarias se esté convirtiendo, cada vez más, en un escenario frecuentado para rodar superproducciones nacionales e internacionales? «A mí me parece que Hierro  ha puesto al mundo audiovisual canario en primera línea, tanto nacional como internacional. Se ha demostrado que aquí se pueden hacer productos de muchísima calidad, porque hay muy buenos profesionales y muy buenos intérpretes».

Lleva años subiéndose a las tablas, ha salido en la pequeña y en la gran pantalla. ¿Le queda algo por hacer? «Me quedan muchas cosas. Los personajes son infinitos. Yo soy una amante de mi profesión y eso precisamente es lo que hace que mantenga el compromiso de seguirme preparando y de asumir nuevos papeles y personajes con todo el cariño y amor posible».

«Si lo que se busca es la fama, esta no es la profesión»


También ha trabajado con diferentes profesionales de la industria. ¿Quién le ha marcado en especial? «De cada uno he aprendido algo, siempre he trabajado con grandes personas. Hay una que me ha marcado mucho, Elvira Mínguez, porque con ella como compañera trabajé en mi primera película: La caja. Para mí es una actriz estupenda. Hemos trabajado en diversos proyectos juntas y cada vez que coincidimos nos alegramos».

Algún consejo a quienes están empezando… «Les diría que no es un camino de rosas, que es una profesión en la que hay mucha inseguridad. Siempre te crea angustia el pensar que no te van a llamar. Pero al mismo tiempo es muy bonita. Eso sí, si lo que buscan es simplemente la fama les diría que se han equivocado de profesión. Es imprescindible leer, ver mucho teatro y mucho cine, y hay que estudiar mucho. Desgraciadamente es un oficio en el que hay mucho intrusismo, y por eso yo les diría a los que simplemente quieran salir en una revista que se apunten al casting de Gran Hermano«.

Supongo que ahora retomará su agenda de trabajo. ¿Dónde la veremos próximamente? «Bueno, la gira de Cuento de Navidad se pospondrá hasta el próximo año, pero seguiremos en teatros con El Eunuco. Y también estoy pendiente de tres proyectos audiovisuales. Dos de ellos ya los tengo confirmados, pero de momento no puedo contar demasiado».

 

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