Colección de Funko POP. Foto: Lucía H.

Una obsesión convertida en hábito

Sociedad

Empezar desde cero una colección por voluntad propia implica tiempo y dedicación para completarla lo antes posible. Los Funko POP se han convertido en uno de los objetos coleccionables más vendidos con la intención de que su variedad de pequeños cabezones (como lo conoce la sociedad de manera común), ocupe un lugar en su estantería. Sin embargo, no se esperaba por parte de la empresa creadora que su producto tuviese tanta repercusión y que, sobre todo, tener una figurilla se haya convertido en una obcecación para quienes coleccionan tales productos.

La corporación creada en 1998 se popularizó a partir del año 2018, donde sus ventas se incrementaron debido a las colecciones que comenzaron a sacar. Hoy en día siguen ampliándose con más figuras cabezonas de películas, series, videojuegos… o incluso de celebridades conocidas por todo el mundo. Las personas más fanáticas de los funkos se llegan a gastar hasta miles de euros por disponer en su hogar de una figura en miniatura de algún personaje de Harry Potter, Star Wars, Marvel

Aunque parece que todo es perfecto, la realidad de quienes compran los muñecos es muy diferente. Muchas personas se arruinan de manera económica para tener la exclusividad de que cualquier estatuilla esté bajo su posesión. Algunos deciden venderla al mejor postor y recuperar la inversión que hicieron al comprarla, una acción que no está bien vista en la comunidad fanática de Funko POP, ya que el objetivo principal es tener la mayoría de cabezones posibles.

La obsesión que siente el fandom (que aumenta cada vez más) por poseer la mayor cantidad, así como las mejores piezas, se ha convertido en un problema social. Esta agrupación ha tomado el hábito de gastarse inmensas cantidades de dinero.

Lo último sobre Sociedad

Ir a Top