La cómica relató durante la noche una de sus fantasías sexuales. Foto: S.B.

Una noche de humor, complicidad y risas en San Cristobal de La Laguna

Cultura / Ocio

Petite Lorena presentó su monólogo La Gran Petite el jueves, 16 de marzo, en el Teatro Leal. Un one woman show que encarnó en compañía de un caluroso y animado público. La humorista, que ya había llevado a escena la representación en otras Islas del Archipiélago  provocó con su desparpajo e improvisaciones, un espectáculo sin tapujos. La palmera relató los acontecimientos más vergonzosos de su vida, así como situaciones que todos vivimos, pero de los que nadie habla, al menos no como ella.

El espectáculo dio comienzo a las 21.00 horas. En ese instante las butacas del recinto habían sido ocupadas por los asistentes y las puertas del teatro se estaban empezando a cerrar por completo. La luz comenzó a desvanecerse entre el público, y toda la atención se centró en la puesta en escena, una silla que sostenía un micrófono en medio del escenario.

Una pegadiza pieza musical sorprendió al público. De repente, una voz anunciaba el comienzo del espectáculo, e introducía de forma hilarante y sarcástica a la protagonista de la noche. Petite Lorena entró en escena, sonriente y animada y saludó al publico .

«Para mí, ser mujer era poder fumar y depilarme»


La cómica introdujo al teatro en un viaje a través de las anécdotas más alocadas e inverosímiles del transcurso de su vida. Gracias a los diferentes acentos, gestos y escenificación se creó un ambiente familiar y divertido. La comodidad de la cómica en su relación con los asistentes cada vez era mayor. Su monólogo se fue convirtiendo en una conversación con el publico , y en especial, con las mujeres. «Para mí, ser mujer era fumar y depilarme», compartió Petite

La actriz, que había prometido ocasionar dolores de barriga a causa de la risa, cumplió su promesa e inundó el teatro de carcajadas incontrolables. A causa de ello, en una ocasión se vio motivada a intervenir e interrumpir el espectáculo ya que se percató de una señora en primera fila que no podía contenerse. «Reírse así a veces es incluso mejor que un orgasmo», señaló la cómica.

«Mi abuela en los accidentes repartía aguas para los nervios «


El climax de la noche se alcanzó cuando Petite Lorena, entre risas, de las que ella misma se había contagiado, bajó las escaleras del escenario de la mano de uno de los asistentes. Una escena cómica que desencadenó en un mayor acercamiento al gentío.

Durante el resto de la noche, la monologuista centró su espectáculo en sus experiencias dentro de la isla de La Palma, así como de anécdotas de su infancia y de la actualidad, en especial con su abuela Rosalba. «Mi abuela en los accidentes salía a repartir aguas para los nervios», relató.

Con mucho humor y orgullo, reafirmo su procedencia: «Yo tuve una infancia feliz, como Heidi». Petite creó, en ese momento, uno de los acontecimientos más emotivos de la noche, al recordar la erupción del volcán y las consecuencias que está dejó en la Isla.

El espectáculo finalizó de manera inesperada a la hora y media. El público se levantó al unísono para elogiar a Petite con múltiples aplausos, mientras esta se despedía y lanzaba besos al aire. La cómica, se encuentra ahora en proyectos como la gala de Tenerife Noir, y presentará la entrega de premios, junto a Nacho Peña este domingo, 19 de marzo. Además, Lorena volverá a subirse a escena con este monólogo el próximo sábado, 25 de marzo en el Café Teatro Rayuela.

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