Una mirada al océano del futuro

Ciencias/Universidad

La maleta llena de experiencias y 37 años a sus espaldas. Lleva seis impartiendo en las aulas de la universidad los conocimientos que ha adquirido a lo largo de su vida profesional. José Carlos Hernández, profesor del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la ULL, ha llegado a estudiar el efecto de los fenómenos meteorológicos de El Niño y La Niña en las poblaciones de invertebrados intermareales de la costa oeste americana. Se dedica recientemente a la investigación o tiene una trayectoria en el campo más amplia? «Llevo en la investigación unos 16 años, y con la ilusión del primer día. Algunos profesores no concebimos dar clases de calidad sin investigar».

¿Sobre qué trata el proyecto que está llevando a cabo actualmente? «Ahora mismo tenemos varios proyectos en marcha, pero uno de los más interesantes es el que pretende estudiar unos afloramientos naturales de CO2. Estos son laboratorios naturales muy poco comunes en el mundo. Recientemente, encontramos varios en La Palma que estamos comenzando a estudiar con ayuda del Cabildo Insular de la Isla».

¿Cuánto tiempo ha ocupado la labor? «La investigación es un proceso diario, porque conlleva muchos preparativos. En nuestro caso, petición de subvención para proyectos, compra de materiales, contratos, justificación de los gastos y luego, lo más divertido, el diseño de los experimentos y las campañas de mar. Esto es, sin duda, lo más ameno, pero para llegar a este punto tenemos que realizar mucho trabajo previo. Tristemente, en muchas ocasiones no tenemos mucha ayuda para esta gestión previa de los proyectos, por lo que tenemos que dedicarnos al papeleo y perdemos un tiempo precioso para pedir más proyectos o dedicarnos a investigar exclusivamente. Nosotros los profesores de la Universidad también tenemos que dar docencia. Este es nuestro principal trabajo. Sin embargo, algunos profesores no concebimos dar clases de calidad sin investigar. En la universidad tenemos que estar a la vanguardia en las distintas áreas de conocimiento para transmitir esa información a nuestros alumnos, y esto se consigue manteniéndose activo e investigando. Esta es una tarea que requiere leer mucho y plantear estudios interesantes que ayuden a avanzar en materia de estudio».

¿Cuáles han sido los resultados? «El principal resultado de este descubrimiento es que podemos utilizar estas zonas como laboratorios naturales y mirar a los océanos del futuro. Estas surgencias submarinas de CO2 son una ventana a conocer cómo podrán ser nuestros ecosistemas marinos si seguimos emitiendo grandes cantidades de combustibles fósiles a la atmósfera. Este aumento de gases con efecto invernadero calienta el planeta, pero también acidifican nuestros océanos. Por lo que estas zonas de especial interés son fundamentales para la investigación del impacto humano en los océanos, ya que nos permiten ver cómo son y funcionan los ecosistemas con exceso de CO2».

¿La ha realizado de manera autónoma o con la ayuda de otros docentes o grupos de apoyo como SEGAI? «Por supuesto la investigación es de un grupo de trabajo. No me cabe en la cabeza, hoy en día, hacer investigaciones de manera individual. En este caso particular somos dos profesores, dos contratados postdoctorales y varios estudiantes de grado y master. Este es el tándem perfecto para funcionar. Además, contamos con la ayuda de algunos técnicos contratados y otros que nos ayudan de manera esporádica como son los alumnos del Instituto Marítimo Pesquero de San Andrés, que hacen sus prácticas externas con nosotros. Estas surgencias submarinas de CO2 son una ventana a conocer cómo podrán ser nuestros ecosistemas en el futuro».

¿Tiene aplicaciones para la docencia en la universidad o la vida cotidiana? «Por supuesto. Por ejemplo, yo utilizo todos los resultados que voy obteniendo en mis clases para explicarles a mis alumnos conceptos o procesos concretos. Siempre se entienden mejor las cosas si las has trabajado antes».

¿Cómo ha vivido un proceso tan complejo de búsqueda, análisis y aplicación de datos? «Para mí esto es una labor apasionante, así que como ya te he comentado es la mejor parte, diseñar los experimentos, llevar a cabo las campañas de mar y luego con los datos en la mano ver qué es lo que está pasando. Esto es fundamental y lo que verdaderamente me apasiona: poder comprender y explicar los patrones que veo en la naturaleza. Y, por supuesto, esto hacerlo con datos y estadística, para que no le quepa la menor duda a nadie».

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