El primer juicio contra el caso se realizó cuatro años después del crimen. Foto: PULL

Treinta años del caso Alcásser

Sociedad

Treinta años hace que se perdió el rastro de Desirée Hernández, Miriam García y Toñi Gómez, las niñas de Alcásser. Fue un 13 de noviembre del año 1992 cuando las jóvenes desaparecieron mientras hacían autostop para dirigirse a la discoteca Coolor, en Picassent (Valencia). La importancia del caso fue tal que, más de una década después, se sigue hablando del caso Alcásser como el crimen que marcó a todo un país, además de uno de los casos más mediáticos a nivel nacional.

El día 14 de junio del 2019, Netflix sacó un documental, dirigido por Elías León, de cinco episodios que se presentan como una crónica del suceso. Una serie que deja entrever el trasfondo de la tragedia. Más allá del secuestro, de la violación y tortura de las víctimas, un asesinato encuadrado en violencia de género. Un problema sistemático, tal y como se recoge en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género desde el 2017. Un crimen que marcó los pasos de toda una generación, pues fue a partir del año 2003 cuando se empezó a contabilizar de manera oficial las víctimas por violencia de género. 

A lo largo de la docuserie, se presenta una crítica al amarillismo en los medios de comunicación, analizando así las consecuencias sociales que la información difundida originó. Ramón Campos, uno de los creadores del documental, asegura que  se trata «del primer crimen en la sociedad española que inició una ola de amarillismo periodístico». Las estadísticas indican que, tras la difusión de imágenes y de teorías conspiranoicas, el porcentaje y los datos de audiencia aumentaron en programas que abordaban el caso Alcásser, como Esta noche cruzamos el Mississippi, ¿Quién sabe dónde? o De tú a tú.

Dos meses después de la desaparición


Setenta y cinco días después de la desaparición, los cuerpos de las tres niñas fueron encontrados en el barranco de La Romana (Tous). Sin embargo, pasaron cuatro años hasta que tuvo lugar el primer juicio contra Miguel Ricart, uno de los acusados y el único detenido. Por su parte, Antonio Anglés, el otro acusado, sigue en paradero desconocido.

El caso Alcásser dio lugar al nacimiento de infinidad de teorías e investigaciones. También lo que en la actualidad se conoce como uno de los mayores bulos en la historia de España: el caso Bar España, una especulación que salió a la luz en el año 1997 y que relacionó a diferentes cargos de la política, entre otros, con una red de pederastia desarrollada en un bar de Benicarló, Castellón. 

Entre los estudios realizados tras el crimen, se encuentra Microsífica sexista del poder. El caso Alcásser y la construcción del terror sexual, un libro de Nerea Barjola, politóloga, activista, investigadora y escritora. El ensayo analiza la manera en la que, desde la década de los noventa, la comunicación creó un constructo social acerca de los límites que las mujeres no debían sobrepasar para no afrontar ningún tipo de peligro: salir sola de noche o hacer autostop. Un hecho que seguiría vigente en los distintos relatos informativos del sistema patriarcal. 

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