Sophia Mantente Viva tendrá lugar el próximo viernes, 7 de marzo, a las 19.00 horas, en el espacio 2lives, situado en Avenida Islas Canarias, 31, Santa Cruz de Tenerife. Sophia Loibl es una joven tailandesa que contará cómo fue ser vendida y encerrada con cuatro años, y explotada por más de veinte años. La invitada explicará como logró saltar por una ventana dejando atrás a sus dos hijas. A raíz de ese suceso comenzó a luchar contra el tráfico humano y la explotación sexual en los distritos de Tailandia, con el objetivo de que otras niñas no pasen por lo que ella sufrió.
El evento cuenta con aforo limitado, las entradas se pueden obtener en su página web. El dinero recaudado será destinado al apoyo del trabajo activo de Sophia en los distritos rojos de Bangkok, Tailandia. La finalidad de esta charla es sensibilizar e informar a cerca de esta situación a través de una víctima que lo vivió en primera persona.
2lives se trata de una asociación dentro de dtproject, que rescata y acompaña a las mujeres víctimas de la trata, el público puede involucrarse o apoyar la causa después de asistir a la charla, también puede obtener una cita o participar en las actividades que realizan anualmente con la intención de generar un cambio en la sociedad.
David Tapia, director de dtproject, comenta que el evento está dirigido a todo el público sin distinción de edad. «España es uno de los principales países de Europa con pederastas, pero también de tráfico humano. Es importante que la gente conozca la realidad y que, además de no formar parte de su consumo, que no mire hacia otro lado», explica David.
dtproject espera que las personas puedan ser libres de tomar decisiones y formar parte del cambio de forma activa. Tapia afirma que el mensaje que se quiere transmitir a través del evento es no ser indiferente: «Que la gente sepa lo que está ocurriendo, cómo las mujeres llegan a España, son engañadas con falsos trabajos o falsas relaciones, son encerradas y obligadas a estar con diez o quince hombres en un día». Además recalca que uno de cada cuatro hombres acude a servicios de pago de sexo, pero no son solo culpables ellos, también las personas que miran hacia otro lado y prefieren seguir con sus vidas y no ayudar».