Cada año miles de estudiantes abandonan sus universidades para estudiar fuera. Una experiencia a la que muchos se enfrentan con ilusión, pero que otros afrontan con miedo. Fabián Sosa, alumno de Periodismo, es una de esas personas que aprovechó el programa Erasmus que ofrece la Universidad de La Laguna. Amante de la música y la fotografía y aficionado a componer, confiesa que durante su estancia le ha cogido el gusto a viajar de mochilero. «Esta forma de conocer ciudades me ha enseñado a llevar conmigo lo que realmente me hace falta y a no dudar en desprenderme de las cosas innecesarias que solo suponen una carga extra durante el camino”, cuenta el estudiante.
¿Por qué decidiste irte? “Estaba cansado de la rutina. No me malinterpretes, me encanta la isla y soy muy feliz en Tenerife, pero 20 años son mucho tiempo viendo las mismas calles y las mismas caras. Además, los dos primeros años de carrera no resultaron tan motivantes como imaginaba antes de ingresar en la Universidad. Así que pensé que era el momento de vivir una experiencia completamente nueva que realmente me estimulase”.
¿Por qué elegiste ese país? “Elegí República Checa porque, de entre los destinos que me ofrecía mi facultad, era el que más me llamaba la atención. Además, no es un país muy caro y está justo en el centro de Europa, que para viajar a otras ciudades es comodísimo”.
¿En qué idioma son las clases? “Afortunadamente, son en inglés. Si fueran en checo me sería imposible aprender. El checo es muy complicado, así que me he molestado en aprender lo esencial para la vida diaria: “hola”, “una cerveza por favor” y “gracias” (ja, ja, ja.).
¿Ha sido complicado aprender y estudiar en otro lenguaje? «No. Los profesores por lo general se expresan de forma sencilla y con el tiempo el oído se acostumbra. Aunque reconozco que hay un docente de Estados Unidos que, al ser nativo, habla muy rápido y, en ocasiones, se me hace difícil seguir sus explicaciones”.
“He pasado de no haber salido de España en veinte años a visitar alrededor de seis países en unos cuantos meses”
¿Fue muy duro alejarte de tu familia y amigos? “A uno siempre le da magua alejarse de sus seres queridos, sobre todo si es durante largos períodos. Pero creo que en ocasiones tomar cierta distancia también es sano y hay que saber verle el lado positivo. Es normal que con el tiempo nuestras relaciones con familiares y amigos se desgasten. Si de algo me he percatado es que cuando nos tenemos cerca no nos valoramos como deberíamos y ahora, por ejemplo, me doy cuenta de lo importante que son para mi madre y nuestras conversaciones diarias. El Erasmus ha conseguido que mi padre, que nunca ha sido muy de expresar sus sentimientos, me diga que me echa de menos. Supongo que al final es más duro para ellos que para mí, porque yo estoy viajando y viviendo experiencias nuevas casi todos los días”.
¿Qué te ha aportado este viaje? “Muchísimas cosas. A nivel académico y como estudiante de Periodismo, diría que en Masaryk University las asignaturas tienen un enfoque mucho más crítico con el papel que los medios de comunicación desarrollan en la sociedad y con cómo está conformado actualmente el sistema. Noto que la universidad aquí es un buen lugar para el estudio por el placer de aprender y no una mera fábrica de trabajadores eficientes que respondan a los intereses de las empresas. A nivel personal, he conocido a un montón de gente de diferentes países, religiones y razas y creo que el intercambio cultural es muy enriquecedor para cualquier persona. También estoy aprovechando para viajar todo lo que puedo, ya que moverse en guagua por Europa es muy barato en comparación con volar desde Canarias. He pasado de no haber salido de España en veinte años a visitar alrededor de seis países en unos cuantos meses”.
“La universidad aquí es un buen lugar para el estudio por el placer de aprender y no una mera fábrica de trabajadores”
¿Volverías a República Checa, no como estudiante, sino como trabajador? “Vivir fuera de mi islita es algo que, desafortunadamente y debido a la situación del mercado laboral, viene rondando mi cabeza desde hace algunos años. Sin embargo, no me veo viviendo en República Checa de forma indefinida. El frío, la ausencia de sol y las pocas horas de luz durante el invierno pueden llegar a ser bastante duros para un canario como yo. Además, según tengo entendido, los salarios aquí no son muy generosos y, si quisiera trabajar como periodista, tendría que aprender checo, lo que me llevaría demasiado tiempo”.
¿Qué aconsejarías a las personas que están pensando en irse de Erasmus? “Si estás pensando en irte de Erasmus, deja de pensarlo y empieza a preparar todo el papeleo (que no es poco). Créeme, no te vas a arrepentir».
¿Y a los que tienen miedo? «Les diría que lo dejen a un lado, que no hay nada que perder. De hecho, se gana mucho: amigos alrededor del mundo, momentos inolvidables y experiencias para la vida”.