Querida Dulceida…

Opinión

Usted que es libre y viaja por el mundo sin parar, gracias a sus millones de seguidores, a su propia marca, a su blog, a vídeos en Youtube… Usted, que hoy pasea por las calles de Nueva York y mañana por las aldeas de Ciudad del Cabo. Usted, que por suerte o por desgracia tiene poder de concienciación sobre sus followers… ¿Qué pasó? Todo comenzó con un viaje a Sudáfrica, cuando Alba Paul, su mujer, desataba una gran polémica en las redes sociales. Mientras en Ciudad del Cabo la escasez de agua agrava la crisis alimentaria infantil, su esposa se fotografiaba dándose un buen baño en este mismo lugar, donde, como es coherente, se ha restringido el uso de la misma.

Reitero lo dicho en la primera línea, es libre. Libre de volar, soñar y ser lo caprichosa que quiera. Probablemente muchos de los que ahora se quejan en redes sociales por ese descuido, jamás se habrán preocupado por el hambre o la falta de agua en el mundo. Pero, a fin de cuentas, la red, al igual que aplaude los logros, también se encarga de criticar los fallos.

Y sí, hablo de sus fallos en concreto, porque frente a esta situación, ¿cómo se le ocurre subir una foto de unos niños masáis mientras sonríen con las gafas de sol que les has regalado? ¿Acaso esa felicidad momentánea servirá de algo? Tienen derecho a ser felices, y quizás por un momento lo ha logrado. Pero… ¿qué pasará después?

Una inocencia real


Usted volverá a su casa y probablemente se dé una buena ducha de agua caliente mientras escucha su canción favorita. Por otro lado, estos niños seguirán luchando por sobrevivir cada día. Tiene derecho a disfrutar, ya que, a fin de cuentas, es algo por lo que se ha esforzado y que, sin duda, no tengo razón para juzgar.

Además, habrá oído hablar de cierta vulneración hacia los derechos de imagen de estos tres niños, que seguramente sin saberlo han aceptado tomarse una foto con una gran sonrisa. De su propio Twitter salió que: “Por suerte pudimos darles lo que más necesitan, pero no tengo que dar explicaciones de las aportaciones que hago”. Lo siento, pero cuando se trata de una persona que comenta a sus seguidores cada paso que da, dudo mucho que esto sea real.

Lo que hay detrás nadie lo sabe, pero sí sabemos lo que hay delante. Lo que se percibe a ojos de todo el mundo, es inocencia de su parte. Una inocencia que supera a la de esos tres niños a los que fotografió, sin saber con certeza en la situación en la que se encontraba.

Foto: Instagram Aida Domenech

Risueña, atrevida y siempre a la última: "La clave del éxito consiste en salir de tu zona de confort". Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Palmera de sangre y de corazón.

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