«Necesitamos a gente soñadora y valiente»

Artes y Humanidades

Los viernes suelen ser días tranquilos en la Sección de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna, a excepción del de ayer, 16 de marzo, cuando se celebró la V Olimpiada de Filosofía de Canarias. Un año más, se congregó a los alumnos de secundaria seleccionados para el certamen final, procedentes de distintas partes del Archipiélago. Así, tras diferentes pruebas disputadas entre los ocho seleccionados, quedó como ganador Jorge Maury-Verdugo Fernández, del IES Cabrera Pinto, y como segunda finalista Gabriela Rodríguez, del IES El Médano, quienes representarán a las Islas en la convocatoria nacional.

El profesorado ha sido una parte indispensable del proceso de creación y elaboración de las disertaciones filosóficas. En el caso del IES Heidelberg de la isla de Gran Canaria, Aurora, docente del centro, explicó cómo “se ha planteado de manera que sea un ejercicio obligatorio durante todo el curso, realizamos una preselección de los dilemas que estuvieran mejor desarrollados y los mandamos, a ver qué pasaba”. En su opinión, “se nota que a medida que han pasado las ediciones el nivel ha subido, lo cual es una buena noticia”.

Jorge, alumno de segundo de bachiller del IES Cabrera Pinto, ha notado el entusiasmo de su clase “hasta me han dejado practicar el discurso antes de venir”. Y es que, para él, que siempre ha sido un entusiasta de la Filosofía, “no podía desaprovechar la oportunidad de decir lo que pienso y poder expresarlo delante de tanta gente”.

La exposición fotográfica y los nervios del directo


Desde las 10.00 horas, los estudiantes se examinaban de la primera prueba escrita de dilemas morales. Mientras tanto, la sala de exposiciones se mantenía abierta mostrando las fotografías ganadoras de este año y anteriores ediciones. «Hemos decidido que se expongan aquí, para darlas a conocer a toda la comunidad», comentaba Margarita Vázquez, vicedecana de la Sección.

A las 12.00 horas dio comienzo la exposición de los ganadores del Certamen de Fotografía Filosófica, dedicado a la pensadora Esther Terrón. Con la sala repleta, Andrés Lorenzo, alumno del IES María Pérez Trujillo y tercer finalista, relató el ideal que le había llevado a plasmar una partida de ajedrez: “El reflejo del espejo muestra cómo el peón se ha coronado rey, ha cumplido con su utopía a pesar de la masacre, es decir, se ha convertido en lo que evitaba. De la misma manera, si lo vemos desde el ángulo opuesto, se convierte en la imagen del monarca que recuerda su pasado como este peón”.

La siguiente fue Ruth Peña, del IES Canarias Cabrera Pinto y segunda finalista, quien aludió a la Revolución de los Claveles como fuente de inspiración para su fotografía, aunque, en este caso, decidiera sustituirlo por una rosa “porque poseía las espinas y, al fin y al cabo, un concepto sobre el amor”, además, su mano, convertida en pistola, reflejaba “que la paz hubiera sido posible al sustituir las armas por estas flores”. Y, venida del IES María Pérez Trujillo, se alzó como ganadora, Lucía González, quien relacionó “el preparado de molotov con la revolución y la utopía de una sociedad que vive en armonía con la naturaleza, por eso, cuando estalla la botella, se libera ese sueño y se hace real”.

V OLIMPIADA FILOSÓFICA DE CANARIAS. FOTO: CARLA RIVERO

La prueba final


Llegaba el culmen de la edición. A las 12.15 horas, los ocho preseleccionados de la Olimpiada fueron saliendo a la tribuna para defender en una exposición de diez minutos sus diferentes disertaciones. El tema de esta edición, Revolución y utopía, le dio la oportunidad a los estudiantes de indagar en las percepciones y significados de estos conceptos. El tribunal, compuesto por los profesores Antonio Manuel Liz Gutiérrez, Domingo Fernández Agis y Mª Rosario Hernández Borges, disponían de cinco minutos para hacer preguntas al ponente.

Nerviosos, entusiasmados, con un discurso claro y limpio, argumentaron cómo la utopía suponía un enfrentamiento al quehacer diario, «a que los jóvenes se impliquen en la sociedad en la que viven». A su vez, tomaron a esta como «el antídoto a una realidad que nos deja adormecidos ante las injusticias que se acometen día tras día». «Sin revolución ni protesta, no hay cambio», dijeron. El 15-M, la revolución bolchevique, Mayo del 68… Todas se dieron de la mano durante las siguientes dos horas en la boca de cada uno de ellos. «La revolución es la barrera que se traspasa cuando, finalmente, se acomete el ideal habido en la imaginación».

Finalmente, después de la deliberación del tribunal, se dio a conocer a los vencedores entre los aplausos de los asistentes. No obstante, Vázquez quiso apuntar que realmente «todos eran ganadores». A la espera del certamen nacional, los discursos serán guardados para ser publicados próximamente en las distintas plataformas de la Facultad.

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