El arte corre por sus venas desde que nació. Luismi Acosta es un actor, cantante y bailarín canario que se encuentra estudiando Teatro Musical en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) en Madrid. El artista protagonizó diversos musicales del Musical.IES en el Auditorio de Tenerife Adán Martín y actuó en la Gran Vía de la capital española. También fue figurante en la serie Élite de Netflix y participará en Meet Cute, el próximo trabajo del guionista y productor Carlos Montero.
¿Qué es para ti la actuación? «Todo. Es lo que me da vida. Desde que entro al teatro, conecto con él, dejo las cosas en el camerino, caliento la voz y el cuerpo, me maquillo… Hace que me sienta bien. Todo el sacrificio, esfuerzo, dedicación y pasión merece la pena. Cuando te subes al escenario, el público agradece lo que acabas de hacer y tú les agradeces el aprecio. ¡Es muy bonito!».
¿Qué papel tiene el teatro musical en tu vida? «Es muy importante. Lo estudio desde hace dos años, pero he participado en distintos musicales con anterioridad y han sido muy motivadores. No solo mezcla las tres disciplinas, sino que te hace estar activo todo el día. Es un reto. No te puedes dejar ir porque tu cuerpo y tu voz te necesitan. Es lo que me hace feliz y me levanta cada mañana. Pongo un pie en el suelo y ya estoy escuchando teatro musical. Siempre estoy descubriendo este mundo. Me motiva a hacerlo».
«Mi madre me ayudó muchísimo a lograr los sueños que tenía»
¿Qué te hizo sentir que debías dedicarte a las artes escénicas? «Lo feliz que me hacía cantar y que la gente agradeciese el sentimiento con el que lo hacías. En mi familia no hay nadie que se dedique al mundo de las artes. Es algo nuevo que apoyan y a lo que deciden, por ejemplo, enviarme un mensaje para ver cómo me va. ¡Es muy guay! Sobre todo la vitalidad que me da las artes escénicas y la pasión con la que me entrego hacia ello. Algo dentro de mí hace que lo dé todo en el escenario».
¿Cuáles fueron tus inicios en el mundo de la actuación? «Mi madre siempre dice que fue con un pequeño teclado en el que sonaba el Himno a la Alegría. Yo me sabía el Padrenuestro y con cinco años ponía el piano en playback, sonaba la canción, hacía como que tocaba y me inventaba la melodía. Empecé en coros de la iglesia del pueblo, después comencé con las rondallas, grupos folclóricos, pasé a hacer musicales en el Auditorio de Tenerife Adán Martín, estudié Artes Escénicas en el IES La Laboral de La Laguna y ahora en la RESAD. Y de ahí, a la Gran Vía de Madrid».
¿Te habría gustado dedicarte a algo distinto? «No. Desde pequeño siempre quise ser artista. Mi madre me ayudó muchísimo a lograr los sueños que tenía. Llegué a pensar en dedicarme a otra cosa porque hay que tener varias opciones, sin embargo, soy una persona con las ideas claras y sabía lo que quería ser de mayor. Lo mío es el arte».
¿Cómo ha sido tu experiencia en Madrid hasta ahora? «Mi experiencia ha sido, es y seguirá siendo increíble. Cada año descubro gente nueva que me regala momentos estupendos. He podido salir en televisión, he tenido pequeños papeles en nuevos proyectos, actué en la Gran Vía e hice giras por la Península. Entrar en la RESAD en uno de los primeros puestos entre más de cien personas fue una maravilla. Es una experiencia que suma y que nunca me deja de sorprender. Si tuviera que definir a Madrid en una palabra sería ‘imparable’, porque no paro desde que me levanto».
«Desde pequeño siempre quise ser artista»
Hasta la fecha, ¿cuántos proyectos has realizado? «He realizado muchísimos proyectos a gran y menor escala, pero siempre me aportan algo. El Musical.IES o el musical Evita dirigido por Jaime Azpilicueta. He sido figurante en series como Élite de Netflix, rodé una parte de otra llamada Meet Cute que saldrá en la misma plataforma… Estoy en una compañía de teatro musical que tiene tributos a películas en la que hice Aladdín y Frozen. Otros proyectos son trabajos de clase que me tomo a pecho porque quiero que salgan perfectos, con el mínimo fallo. Que la persona que los vea diga: esto es arte».
¿Cuáles son tus planes de futuro? «Espero acabar la carrera con un TFG del que me sienta muy orgulloso. Me gustaría plasmar mi vida en ese proyecto. También quiero hacer la carrera de Interpretación ante la Cámara. Dentro de unos años me veo trabajando de lo mío, ya que en la actualidad lo estudio y lo trabajo al mismo tiempo. Intentando mejorar y formándome como lo hago ahora, con proyectos futuros muy amplios, tanto personales como artísticos y vitales».
¿Qué le dirías al Luismi del pasado? «Le diría que siga igual de soñador. Que siga poniéndose un karaoke en la habitación, cantando a todo pulmón con la puerta cerrada y que piense que está delante de un gran público que le aplaudirá al final. Que va a ser duro que le digan cosas, pero eso le hará más fuerte y cuando caiga renacerá como el ave fénix».
¿Qué consejo darías a las personas que se quieran dedicar a lo mismo? «Mi consejo es que si las artes son su sueño, que lo arriesguen todo. Que se lancen, no lo duden. Este mundo es muy abierto y diverso, y es una maravilla formar parte de él. Siempre hay que ser agradecido con cada consejo que te den porque es un aprendizaje más. No hay que mirar atrás. No pasa nada si algo no sale, ya saldrá más adelante. La vida sigue, y aún más la del arte, porque el espectáculo debe continuar».