Esta semana Argentina conoció a Anthony, el primer can clonado procedente de Corea del Sur. El animal fue gestado por una empresa a partir de células procesadas por un equipo de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El perro original murió hace 17 años y los dueños, tristes por la pérdida, decidieron iniciar la reproducción. Este tipo de actos tiene su dificultad, ya que, si bien en el país hay amplia experiencia en la copia de ADN de mamíferos, en esta especie presentan una dificultad adicional que impide llevar a cabo todo el proceso.
El director del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Agronomía de la UBA, Daniel Salamone, declaró que para generar un embrión por clonación suele usarse un óvulo sin núcleo al que se le fusiona el núcleo de una célula madura obtenida del animal a reproducir.
“El problema crítico es que uno tiene que madurar el óvulo antes de sacarle el núcleo. En todas las especies se puede hacer en el laboratorio, pero en los perros no», explicó el especialista a medios locales. Por tanto, las células que se extrajeron de la oreja de Anthony I se enviaron a una compañía de Seúl (Corea del Sur) especializada en esta fase celular con canes para que lo realizara y lo implantara en una madre sustituta.
El perro derivado nació el 10 de junio y goza de buena salud, explica el director de Bio Can, Daniel Jacoby, la compañía local que representa a la empresa coreana en el país. También aclaró que el clon no es igual que el original. “Es más bien como un hermano gemelo, con el mismo material genético”.
La institución intenta popularizar la polémica clonación de mascotas en Argentina a partir de representar al laboratorio coreano SooamBiotech, que ha clonado a más de mil perros. Su labor es la de extraer la célula del animal en cuestión y enviarla al laboratorio de Corea del Sur.
Allí realizan la reproducción celular, mediante la cual se produce una copia genética que será puesta en el útero de una madre sustituta donde se desarrollará el embrión. Pasado el tiempo de gestación y un tiempo prudencial luego del nacimiento, la mascota llega al país con todas las vacunas y la cuarentena correspondiente.
