Las ULLniversitarias del Sanse marcan un gol a los estereotipos

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El A. D. Juventud San Sebastián, popularmente conocido como Sanse, es un equipo de fútbol de la isla de La Gomera formado en 2014 que, tras una etapa en el panorama regional, apostó por centrarse en el fútbol base. Entre todas sus categorías hay un hueco para las chicas, quienes han participado esta temporada 2016-2017 en Segunda División Femenina. Entre ellas se encuentran varias alumnas de la Universidad de La Laguna: Elsa Darias, Rebeca Cubas, Dayra García y Patricia Ramos (de izquierda a derecha en la foto).

Estas cuatro estudiantes se esfuerzan cada día por compaginar sus obligaciones de estudio con los entrenamientos preparatorios para los enfrentamientos semanales. Pero la lucha no acaba ahí. Su dedicación a este deporte se dirige también a contribuir en la visibilización de la figura femenina en un mundo tradicionalmente asociado a los hombres.

«Aunque cada vez es más notable la presencia femenina en el fútbol, sigue percibiéndose como un deporte de ellos y para ellos»


Todas coinciden en afirmar que el papel de la mujer en el mundo futbolístico ha ganado importancia y protagonismo, pero que aún queda mucho camino por delante para tratar de alcanzar la igualdad.

«El fútbol femenino nunca tendrá tanta atracción como el masculino, que se percibe más como un espectáculo. Aunque cada vez es más notable la presencia femenina en el fútbol, este sigue percibiéndose como un deporte de ellos y para ellos. Y es que lo más importante hoy en día es que se generen ganancias económicas y, el fútbol femenino como tal, queda en un segundo plano», comenta Patricia Ramos, estudiante del Grado en Geografía y Ordenación del Territorio.

«El fútbol es un deporte para personas, independientemente del género al que pertenezcamos», sentencia Elsa Darias, alumna de cuarto curso del Grado en Maestro en Educación Primaria.

«Creo que la responsable de esta actitud diferenciadora es la propia sociedad, que está dispuesta a pagar cantidades elevadísimas de dinero para ver un partido entre equipos masculinos, y apenas se plantean asistir a uno femenino, aunque sea más representativo o de mayor importancia deportiva», recalca Rebeca Cubas, futura graduada en Maestro de Educación Infantil.

«Veo el fútbol como afición, aunque me encantaría combinar ambas cosas en la medida de lo posible y a nivel no profesional»


Compaginar la preparación de los partidos con la vida académica es una de las dificultades a las que muchos alumnos universitarios se enfrentan. Sin embargo, las cuatro han logrado establecer tres citas semanales de ejercicio, a las que se suma un ejercicio previo los fines de semana que juegan como locales en La Gomera.

«Al ser complicado tratar de ajustar los horarios de cada una a los entrenamientos, optamos porque fuesen ellos los que se ciñeran a nosotras y a la flexibilidad del entrenador», declara Rebeca Cubas.

«Nuestra programación de entrenamiento se distribuye en diferentes días y lugares. Los jueves nos ejercitamos en el campo de fútbol de El Mundialito, que lo reservamos para esa ocasión. Para el resto, el preparador nos convoca en lugares abiertos, como el Parque de La Granja, en el Camino de las Peras o en el campo de la ULL de Padre Anchieta», añade Dayra García, estudiante del Grado en Farmacia.

Hasta hoy, estas jóvenes no han podido concebir su día a día sin el fútbol. Y dentro de unos años, según dicen, seguirá siendo así, aunque quedará relegado a un segundo plano pues quieren desempeñar las labores relacionadas con las profesiones para las que están formándose. Así lo cuenta García: «me encantaría continuar jugando a este deporte, pero como un pasatiempo, no a nivel profesional».

Sin embargo, para Elsa Darias y Rebeca Cubas, futuras educadoras, el mundo del fútbol y del deporte en sí, les resulta más fácil que se acople a sus expectativas del día de mañana. «Veo el fútbol como afición, aunque me encantaría combinar ambas cosas en la medida de lo posible y a nivel no profesional», reconoce Cubas.

Una plantilla más allá de La Gomera


El Sanse femenino no ha querido cerrar sus fronteras y cuenta en sus filas con alguna que otra jugadora de otras Islas. Es el caso de Dayra García, que procede de Lanzarote. Su primer contacto con el conjunto colombino fue en el verano de 2015, cuando coincidió con este combinado en un torneo de fútbol en el sur de Tenerife, momento en el que aún no era un equipo federado. Allí conoció a las que ahora son sus compañeras y, este año, al coincidir su estancia en esta Isla para cursar estudios en la ULL, la directiva se puso en contacto con ella para que se uniese a la plantilla.

Las chicas entrenadas por Eduardo Brito finalizaron su participación en la Segunda División Nacional el pasado domingo 19 de marzo, situándose en el puesto 20 de la tabla del grupo 6. A pesar de ello, no han descansado y ya se han puesto en marcha para ponerse a punto para la temporada 2017-2018. Desde PERIODISMO ULL, les deseamos la mayor de las suertes. ¡Arriba guerreras!

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