«Las prácticas dan confianza a los alumnos de cara al mercado laboral»

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José Manuel García Fraga es vicerrector de Estudiantes en la Universidad de La Laguna, además de profesor titular del área de Química Analítica desde 1998. Asimismo, actuó como miembro del Consejo de Gobierno representando a los directores de Departamento y a los decanos. En su trayectoria, también figura la presidencia de la Comisión Electoral General de la ULL y, en la actualidad, forma parte de la Comisión de Grado de la Institución y de la Unidad de Evaluación y Mejora de la Calidad.

Tras el escrache al profesor por supuesto acoso sexual, se puso en marcha un protocolo después de la denuncia de dos alumnas. ¿Podría explicar en qué consiste? «No es una competencia que tenga este vicerrectorado, pues recae en la Unidad de Igualdad de Género y el Servicio de Inspección. Sin embargo, sabemos que se presentó ya documentación sobre este asunto; a partir de ahí se inicia el protocolo: se habla con las partes, se trata de comprobar o desmentir la veracidad de los hechos que se denuncian y, finalmente, se eleva un informe al rector, el cual, en consecuencia, decidirá si enviarlo a la Fiscalía, la cual determinará si es o no delito».

¿Qué opina sobre el proceso en sí? «Creo que es un proceso garantista. Lo primero es la presunción de inocencia, pero a partir de la denuncia se investigará, y en caso de que, efectivamente, haya ocurrido algo, está claro que hay que tomar medidas. Pero siempre partiendo de la presunción de inocencia e investigando si se produce una denuncia. Las dos cosas, opino, son de derecho».

«La EBAU es el mismo perro con distinto collar»


En relación a la transformación de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU), ¿qué opinión le merecen estos cambios? «Lo nuevo de la prueba es el nombre, porque el resto es lo mismo. Es el mismo perro con distinto collar. El examen sigue siendo igual con las mismas asignaturas, sistemas y porcentajes».

En grados como Psicología, por ejemplo, siempre hubo un número importante de matriculados procedentes del Bachillerato de Ciencias Sociales. Ahora con las nuevas ponderaciones de las optativas casi se le cierra la puerta a estos alumnos. ¿Qué opina al respecto? «En principio la Universidad tiene determinadas titulaciones, y el objetivo es que la persona esté lo mejor preparada y tenga la mejor base para entrar en una titulación. En ese sentido, el alumno que pida entrar en una determinada carrera elegirá las diferentes asignaturas o itinerarios que estén relacionados. Por lo que, por ejemplo, si quiere ingresar en una carrera de ciencias, se le valorarán aquellas de ciencias».

Entonces, ¿el objetivo es buscar una mayor especialización en las materias básicas de los grados? «Así acabamos con el engaño de que, si no sabes qué hacer, te metes en ciencias y así nunca te cierras puertas. No podemos permitir que los alumnos se matriculen en carreras en las que no tienen ninguna base. Igualmente, hay asignaturas que ponderan en secciones que no son de su misma rama: por ejemplo, aunque el Turismo no tiene nada que ver con la Geología, en Canarias el vulcanismo está relacionado con el patrimonio de las Islas. O en Diseño y Restauración, donde tienen asignaturas de Química. En este caso, ponderará generosamente la asignatura de Química».

«Las instituciones firman y se sacan la foto, pero el núcleo funcional no está informado de los convenios de tutorización»


¿Qué está consiguiendo la Universidad con respecto a las prácticas curriculares y extracurriculares? «A finales de diciembre del pasado año se cambió el reglamento de las prácticas externas, intentando flexibilizar un poco más los periodos en los que se podían realizar. Antes se consideraba extracurricular hacerlas en un cuatrimestre distinto al asignado, pero ahora lo hacemos como los TFG: da igual cuando se realicen, ya que se acreditarán en ese momento. Es decir, tanto si se hacen en el primer como segundo cuatrimestre serán consideradas curriculares».

¿Cómo es la relación entre la ULL y las empresas con las que tiene convenios? «Se ha reducido la burocracia para la realización de los convenios y ahora los propios centros pueden firmarlos. Vamos a adelantar la solicitud a las entidades para la oferta de las plazas, enviándoles todas las posibilidades de tutorización. El problema es que en muchas ocasiones las empresas están ocupadas con su trabajo del día a día y al final llega septiembre y tenemos que recordarles que manden el papeleo. También hay problemas con instituciones que rubrican estos acuerdos y se sacan la foto, pero después la gente de abajo, el núcleo funcional de las mismas, no tiene ni idea de estos planes».

¿Se plantea algo especial para el año que viene en las prácticas? «Vamos a intentar el curso que viene, ahora estamos con un proyecto piloto, crear una plataforma donde informar al estudiante de sus obligaciones, los datos del tutor y otros correos de utilidad que se le enviarán de forma automática, así como la posibilidad de que vaya subiendo los informes de las prácticas. Se le harán, además, encuestas sobre las cuestiones en las que se ve más preparado. Me hizo bastante gracia, ya estas muestran a los alumnos con muchas dudas pero, cuando se le repite este test al final, está mucho más seguro. Es decir, las prácticas otorgan al alumnado una confianza en sí mismo muy importante de cara al mercado laboral».

¿Considera entonces que el esfuerzo de conseguir estos convenios está justificado? «Si no me equivoco, Canarias es la única región donde las prácticas son obligatorias. Supone un reto importante a nivel de organización y conlleva mucho trabajo por parte de la Universidad a la hora de buscar esos acuerdos. Pero, sin duda, lo considero muy positivo, pues se refuerza el yo de los alumnos, ayudando a su autoestima y enfocándolos hacia el trabajo posterior».

«El solo hecho de la creación de congresos, justifica las ayudas de asociacionismo de la Universidad»


¿Qué ayudas está ofertando la Universidad? «Hay muchas ayudas. La beca del MEC, la del Gobierno autónomo, la del Cabildo y, luego, la que oferta la ULL. La del Cabildo nació el año pasado. Primero ofertó 50 000 euros, y luego otros 50 000. Cuando no existe este apoyo de ninguno de los tres organismos referidos, entonces la ULL ofrece la suya. Aparte de eso hay programas de movilidad, así como de asociacionismo».

¿En qué consisten estas últimas? «Las de movilidad, por ejemplo, están dedicadas a la visita de congresos de estudiantes o encuentros de universitarios en otras regiones. Las de asociacionismo se dan si se impulsa cualquier tipo de actividad que se realice de forma colectiva. Dentro de ellas, siempre estuvieron presentes las convocatorias para los alumnos que quieran organizar eventos. Sin embargo, conforme pasaban los años se iba perdiendo tanto el impulso económico, como el impulso anímico de los estudiantes. Pero igualmente, solo el hecho de creación de congresos justifica esta ayuda».

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