La marcha de dos grandes referentes canarios ha sacudido a los isleños en los últimos días. Foto: PULL

La última y nos vamos… a saber dónde

Opinión

Las Islas Canarias han perdido, en menos de diez días, a dos de sus máximos exponentes, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. El lunes, 30 de enero, nos despertamos con la marcha de Alexis Ravelo, uno de los mejores escritores que han salido de nuestra Comunidad Autónoma, y no son pocos. Ayer, miércoles 8 de febrero, ya entrada la noche, recibíamos un jarro de agua fría con el fallecimiento de Manolo Vieira, el pionero del humor en las Islas.

Si nombramos Chistera o Eladio Monroy no harán falta más datos para saber de qué personas estamos hablando. Son términos que no se pueden separar de sus creadores. El Teatro Pub Chistera y el pensionista de la Marina Eladio Monroy se han quedado huérfanos, y no sólo ellos, sino todo el Archipiélago.

Hace unos meses, en este medio, recogíamos la noticia de la despedida de los escenarios de Vieira, que reunió en Chistera a un gran elenco de humoristas canarios. Hoy sus palabras suenan a una despedida mayor de la que pensábamos. Un genio reconocido dentro y fuera del Archipiélago que siempre nos acompañaba los 31 de diciembre y juntaba a las familias para reírse junto a él.

Alexis Ravelo no sólo era escritor, también era miembro de la Academia Canaria de la Lengua. Numerosos premios le honraron a lo largo de su trayectoria. Tres funerales para Eladio Monroy, La estrategia del pequinés, Un tío con una bolsa en la cabeza o Morir despacio son novelas que se han convertido en clásicas de la novela negra canaria y que han demostrado que no hace falta ambientarse en Madrid o Barcelona para crear historias.

Manolo Vieira y Alexis Ravelo tenían cosas en común: nacer en Gran Canaria, ser referentes para los isleños, ser ejemplo de lo que es ser canario, ser Hijos Predilectos de su Isla, como se anunció ayer, y, también, ser de barrio. Vieira nunca abandonó su Isleta natal, tampoco lo hizo Ravelo con Escaleritas. Es difícil entender a Vieira y Ravelo sin Canarias y, más aún, entender Canarias sin Vieira ni Ravelo. Hoy, las Islas son menos Afortunadas. Adiós, Alexis. Adiós, Manué.

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