Según Save the Children, el 54 % de los niños y niñas han accedido a un portal de pornografía antes de los 13 años. Foto: G. Rodríguez

La erotización de la violencia

Sociedad

La adolescencia es la etapa donde las ganas por experimentar lo invaden todo. Las primeras veces  y la curiosidad incesante no dejan dormir a quien se adentra en este inevitable periodo vital. La juventud empieza a preguntarse cómo es tener pareja y qué supone mantener una relación afectiva. Recurren a Internet, ya que nadie les ha hablado de relaciones sexuales y deciden investigar por su cuenta. De repente, abren la puerta a un mundo que desconocían donde las personas parecen sentir placer a través de prácticas sexuales de dudosa índole: la pornografía.

La pornografía está al alcance de cualquiera y ahora más que nunca. La red se ha inundado de portales virtuales donde se exhibe la práctica de relaciones sexuales sin ningún tapujo. Solo basta con poner la palabra porno en el buscador y los resultados serán infinitos. La facilidad de acceso, la gratuidad del contenido y la falta de educación sexual hacen que la juventud satisfaga su curiosidad accediendo a Internet. Es evidente que la pornografía se ha convertido en la educación sexual de las nuevas generaciones. De hecho, la comienzan a consumir antes de haber mantenido sus primeras relaciones sexuales y se convierte en su referencia y enciclopedia. Por lo que la pornografía construye sus principales deseos y expectativas. Adelia de Miguel, profesora de Psicología de la Universidad de La Laguna, afirma que «ver pornografía en la adolescencia es perjudicial porque las personas se están desarrollando con una visión distorsionada de la realidad».

Sin embargo, el porno provoca estragos en el desarrollo personal de cada joven que lo consume, pues perpetúa el patriarcado, la extrema cosificación de la mujer y la erotización de la violencia. El esquema básico de la pornografía responde al modelo de sexualidad patriarcal, ya que muestra como los hombres satisfacen sus deseos a través de su acceso al cuerpo de la mujer, sin tener en cuenta su deseo o consentimiento. Los varones acaban sintiéndose superiores y aprenden que infringir dolor es sinónimo de generar placer. Andrés González, profesor de Pedagogía de la Universidad de La Laguna, sostiene que «si analizamos la pornografía, comprobaremos que está naturalizando la cultura de la violación».

«La mujer se presenta siempre sumisa y obediente»


Asimismo, la cosificación de la mujer es uno de los pilares sobre los que se sustenta el material pornográfico. Se muestra la imagen de la mujer sumisa y obediente que acata las directrices del hombre, el cual se cree señor y amo de su cuerpo. La fémina cumple órdenes y, a pesar de que se intenta maquillar su dolor, sus lágrimas son de sufrimiento ante la violencia que están ejerciendo contra su cuerpo.

En el 90 % de los vídeos pornográficos hay violencia hacia la mujer. Ilustración: G. Rodríguez

Las páginas web de pornografía más visitadas transmiten mensajes que atentan contra la dignidad de la mujer y reproducen la violencia sexual contra ellas. González señala que «no podemos cuantificar el número de violaciones que no se denuncian por considerarse prácticas sexuales normales». Se produce una invisibilización de la violencia. Es decir, las agresiones sexuales, lejos de verse como una violación, se perciben como una conducta agradable y deseable. Este factor genera que la juventud crezca con una idea errónea en su cabeza y quieran llevar a la práctica todo aquello que ven a través de la pantalla, pues ven el porno como el reflejo de una relación sexual sana y natural. No obstante, la pornografía no deja de ser un contenido ficticio que recrea el sexo de una manera poco realista y estereotipada.

«El 52,1 % de quienes ven pornografía confirma que ha influido mucho o bastante en sus relaciones»


Según el informe (Des)información sexual: pornografía y jóvenes elaborado por Save the Children, el 52,1 % de quienes ven pornografía confirma que esto ha influido mucho o bastante en sus relaciones. Y aquí es donde reside el problema. Cada adolescente que acude a este contenido va a repetir las conductas que ve debido a la falta de una educación sexual de calidad. Andrés González: «No puedo obviar cuando veo el mundo a mi alrededor que la juventud necesita una educación sexual que rompa con la cultura de la violación».

La educación sexual debe empezar en los hogares. Las familias no pueden dejar desatendido esta área. La psicóloga Adelia de Miguel asegura que «hay que empezar a hablar de sexo desde la infancia, pero a cada edad le pertenece un contenido acorde a la etapa de desarrollo en la que se encuentre el menor». De igual manera, la experta confirma que hay que hablar de relaciones íntimas, pero desde el afecto y el respeto: «No es tabú hablar de sexo, es tabú hablar de sexo con amor».

La comunidad experta asegura que hay que hablar de sexualidad de forma natural. Foto: G. Rodríguez

OnlyFans y el negocio del sexo


«Voy a abrir un perfil en OnlyFans«, una frase que cada vez está siendo más recurrente entre las nuevas generaciones. La llegada de la plataforma promueve no solo el consumo de pornografía sino también alienta a la juventud a ejercer la prostitución. Cabe destacar que el informe OnlyFans. Un espacio blanqueado del negocio del sexo, presentado por la Federación de Mujeres Jóvenes, ha revelado que España es el quinto país con más creadoras de contigo en la aplicación. El 97 % son mujeres, frente al 3 % de hombres.

La plataforma se presenta como una gran oportunidad para obtener dinero de forma fácil y rápida. Asimismo, ofrece una falsa seguridad, pues garantiza a quienes crean contenido que los vídeos e imágenes que suban no se podrán compartir. No obstante, las personas suelen desconocer que OnlyFans se asigna el derecho de divulgar a terceros el contenido. Es decir, aunque las personas se den de baja en la app, sus vídeos van a poder seguir circulando en ella.

Esta aplicación es una puerta al mundo del proxenetismo. Los proxenetas se dedican a captar a centenares de adolescentes y les prometen que ganarán cantidades desorbitadas de dinero. Una promesa que atrae a jóvenes en situación de vulnerabilidad. En concreto, el informe de la Federación de Mujeres Jóvenes alerta del incremento del número de menores que se encuentran dentro del sistema de protección y que están recurriendo a la plataforma para salir de su situación de vulnerabilidad.

Asimismo, es importante señalar que a través de las redes sociales se está transmitiendo un discurso que banaliza y glorifica la prostitución. No es extraño encontrarse con influencers que hablan maravillas de OnlyFans. De esta manera, incitan a adolescentes a inmiscuirse en la app y publicar contenido.

Solo existe un camino: la educación


La educación es la mejor prevención. Es fundamental enseñar a las nuevas generaciones que no deben prostituir su cuerpo a cambio de dinero. La vida puede volverse complicada. Quizás más de lo debido. Aún así hay que recordar que disponemos de muchas herramientas y capacidades para salir adelante y no sucumbir a un mundo del cual es complejo salir.

Además, debemos recordar que la huella digital es difícil de borrar. Una vez subimos una foto a Internet, perdemos nuestro derecho sobre ella. Por lo que es necesario pensar qué decidimos subir y qué no, ya que nos puede perjudicar en un futuro.

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