El último día que pudimos disfrutar del musical La La Land en la plataforma digital Netflix fue el 30 de septiembre de 2024. La retirada de esta obra generó una gran controversia entre el público, ya que se trata de uno de los largometrajes mejor valorados y apreciados. Seis meses después de su salida, el tema sigue generando actualidad en redes sociales, se continúa pidiendo su regreso ya que esta producción nunca ha pasado de moda entre la audiencia.
¿Qué hace que esta historia no sea olvidada con tanta facilidad? Se trata de una narración de amor marcada por los diferentes caminos a los que te puedes enfrentar por perseguir tus sueños y los sacrificios que a veces hay que aceptar para llegar a tu lugar. En La La Land, estrenada en 2016, Emma Stone y Ryan Gosling protagonizan una experiencia cinematográfica repleta de melancolía y poesía. Contiene una belleza visual inspirada en el cine clásico de Hollywood, acompañada de una banda sonora que sumerge al público en la magia del cine, y te hace sentir la emoción de los proyectos por cumplir.
Desde su primera escena, con un número musical en mitad de un atasco en Los Ángeles, la secuencia empapa al televidente de brillo y emoción, conexión entre sus personajes y vivacidad. Contiene una estética creada para transmitir sensaciones, y a través de la música, hacerte sentir parte de la historia. Algunas de sus canciones más reconocidas son City of Stars, Audition (The Fools Who Dream), y Mia & Sebastian’s Theme de Justin Hurwitz, temas que indudablemente son un pilar fundamental en el desarrollo de la trama y se han convertido en un clásico de la cinematografía.
«Desde su estreno, esta película ha dejado una huella imborrable en el cine moderno»
Su característica melodía y aclamada estética, destaca por la historia de amor entre sus protagonistas, en donde sus objetivos se interponen en sus caminos, dos artistas que sueñan con alcanzar el éxito. La narrativa representa la complejidad de la vida, la realidad de las aspiraciones profesionales, y sin duda, que a veces los finales felices no son como los imaginamos.
Su indudable química se ve afectada por la realidad de sus metas, dejándonos con una sensación nostálgica y emotiva, representando tanto los vínculos como los deseos, de la manera más sensible y realista. Se termina con una escena final, muy reconocida por el público, con una mirada de aceptación mutua, entendiendo que, en ocasiones, no se puede luchar contra los diferentes obstáculos que se nos presentan. Desde su estreno, ha dejado una huella imborrable en el cine moderno.
Aunque sus sentimientos fueron reales, el destino de ambos se encontraba en lugares diferentes, concluyendo con el que pudo haber sido, y una triste despedida llena de nostalgia, orgullo, y pese a lo demás, amor.