La Semana de la Moda de Milán se celebró en la ciudad italiana desde el pasado martes, 17 de septiembre, hasta el lunes 23 del mismo mes. Entre las 142 marcas que presentaron sus colecciones, brillaron las clásicas casas de moda que mantienen su liderazgo entre las mejores de la alta costura: Fendi, Gucci, Versace o Roberto Cavalli, entre otras. Nuevos diseños, nuevas inspiraciones, pero la misma esencia.
Donatella Versace optó por convertir a la camisa en la pieza central de la colección, jugando con sus colores, texturas y patrones. Rozando el estilo retro y desprendiendo alegría. Las piezas estaban llenas de colores atrevidos y divertidos. Sabato de Sarno, director creativo de Gucci, decidió darle una estética pasional a la colección. Con el Gucci Rosso Ancora como color protagonista, las prendas también estaban tintadas de tonalidades tierra y verdes.
Dolce & Gabbana volvió a una de sus épocas doradas, los 90, y se inspiró en un ícono de ese momento, Madonna. El estilo de la cantante en esa década, con faldas de tubo, lencería, copas en forma de cono y colores como el negro y el rosa fue la inspiración para los diseñadores. Maximilian Davis, director creativo de Ferragamo, apostó por colores tierra acompañados de otros más llamativos como el rojo y el azul eléctrico. Todo hilado por la estética de la danza, donde destacaban prendas ajustadas como leggins y bodys.
El de Roberto Cavalli fue uno de los desfiles protagonistas, ya que fue el primero tras la muerte del diseñador. El siciliano Fausto Puglisi fue el encargado de reemplazarle. Se inspiró en su ciudad natal para crear parte de la colección, la cual estaba ideada alrededor del blanco de las casas sicilianas y de la pesca. La esencia del desfile tomó un giro con la aparición de vestidos con llamativas plumas y estampados de animales exóticos, lucidos por las modelos favoritas de Cavalli, un guiño a él y a la estética que cultivó a lo largo de su carrera.
Prada llevó lo vanguardista a su terreno. Sobre una base sesentera que acariciaba la elegancia se posaban elementos futuristas como gorras con orificios o gafas metálicas. Agujeros en las prendas, el amarillo y una estética que parecía desafiar al público fueron las piezas centrales de una de las colecciones más atrevidas de esta Semana de la Moda.
Por otro lado, Kim Jones, director creativo de Fendi, convirtió las transparencias y la pedrería en sinónimo de elegancia y clase. Lo femenino y la sencillez se unían en las prendas de la marca que siguieron una paleta de colores neutros.