El pabellón verde del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna se convirtió, este pasado viernes día 20, en el famoso colegio de Hogwarts. Los seguidores de la saga Harry Potter lo conocen a la perfección y, el deporte por excelencia de los magos, pudo practicarse en estas instalaciones: el quidditch.
Se trata de un deporte ficticio, conocido en todo el Mundo gracias a su aparición en la serie de novelas escritas por J. K. Rowling bajo el personaje de Harry Potter. Su práctica la llevan a cabo estudiantes de escuelas de magia y hechicería, como la de Hogwarts, y también selecciones de todos los países. Su principal característica es que se juega volando sobre unas escobas mágicas.
El planteamiento del juego es el siguiente: existen dos equipos de siete jugadores, cada uno con una función diferente, con el objetivo principal de anotar la quaffle (pelota) en el aro del equipo contrario. Como si de una mezcla entre baloncesto y balonmano se tratara, el fin es obtener más puntos que el adversario. Ahora bien, existe una pelota especial llamada snitch, la cual es soltada en un determinado momento del juego. Si el buscador de uno de los dos equipos consigue atraparla, recibe al instante 150 puntos y se proclama ganador del encuentro automáticamente.
La sección de deportes de la ULL tuvo la iniciativa de realizar un taller gratuito de dos horas para los seguidores y no tan seguidores de este mágico deporte. Las escobas mágicas se quedaron en el mundo de la fantasía. Aquí jugaron con palos de madera y pelotas de plástico.
En la primera hora del taller los monitores dividieron a los alumnos en grupos que iban rotando en tres actividades diferentes para adquirir los conceptos básicos del Quidditch, tales como practicar la puntería de cara a los aros o, incluso, el equilibrio con las «escobas». En la última hora llegaba el momento de comenzar los partidos y poner en práctica lo adquirido anteriormente. Se dividieron en equipos de tres, cada uno con siete jugadores. Esperando su momento fuera de la pista se encontraba un jugador con un peto amarillo representando a la snitch, la cual era perseguida por otros dos jugadores con peto rojo.
Una de las monitoras encargada de la actividad se mostraba sorprendida por la gran acogida que tuvo el taller: «No me esperaba la gran afluencia de público que hemos conseguido tanto a nivel de espectadores como de personas que se ha apuntado a la actividad». En cuanto a la iniciativa «me parece un gran acierto que la Universidad acoja estas actividades un poco diferentes y así atraer la atención de las personas que conocían este deporte y las que no. Sería ideal que se le diera continuidad a este tipo de actividades, ya que son totalmente gratuitas y aportan un aire nuevo», concluyó.