Hogares bioclimáticos – Periodismo ULL
Interior de la vivienda El Río. Foto: ITER

Hogares bioclimáticos

Medioambiente

Las 25 viviendas bioclimáticas del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) en Tenerife representan un innovador proyecto de sostenibilidad y eficiencia energética. Estas casas están desarrolladas bajo un concurso internacional impulsado por el Cabildo de Tenerife a través del ITER, con el objetivo de crear un laboratorio de hogares capaces de autoabastecerse energéticamente. Este proyecto, respaldado por la Unión Internacional de Arquitectos, busca aportar soluciones concretas a los desafíos ambientales y de recursos energéticos.

El presidente del Cabildo, Adán Martín, tomó como iniciativa el modelo de energías renovables en Alemania para realizar estas casas. Así, se propuso crear viviendas que no solo fueran energéticamente eficientes, sino que también educaran a los usuarios sobre el consumo responsable. «El presidente del Cabildo entendió que la enfermedad de nuestro tiempo era la sobreutilización de los recursos», comenta Miren Iriarte, responsable de la gestión de las viviendas en el ITER. Esta perspectiva fue fundamental para la creación de un entorno residencial que no solo es eficiente energéticamente, sino que también concientiza a los usuarios sobre la importancia del consumo responsable.

A lo largo de los años, el ITER continúa monitoreando y ajustando estas viviendas para optimizar su rendimiento y adaptarlas a las necesidades reales de sus ocupantes. Este enfoque proactivo permite que estas viviendas sigan siendo un referente en el campo de la construcción sostenible, proporcionando datos valiosos para futuras iniciativas similares en otras partes del Mundo.

Interior de la vivienda El Gavión. Foto: G. Zizzi

El concurso internacional que organizó el Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias y dio origen a este proyecto atrajo a 397 propuestas de profesionales de la arquitectura de 38 países, seleccionando solo a 25 para formar parte de la urbanización. Cada una de estas viviendas es única en su diseño, materiales y técnicas de aprovechamiento de recursos naturales. Este enfoque diverso permitió la creación de un auténtico laboratorio de soluciones bioclimáticas, donde se pueden comparar y evaluar diferentes estrategias para la eficiencia energética y el confort térmico.

Las viviendas están equipadas con una variedad de tecnologías de energías renovables. Entre ellas, destacan los sistemas fotovoltaicos y las placas solares térmicas, que aseguran el suministro de electricidad y agua caliente. Cada vivienda es autosuficiente, aunque todas están conectadas a una red común, lo que permite optimizar la producción y el consumo energético a nivel comunitario. Este modelo no solo fomenta la autosuficiencia, sino que también promueve un uso más racional y equitativo de los recursos disponibles.

Los hogares están diseñad0s para aprovechar al máximo la energía solar de forma pasiva. Esto se logra mediante diversas configuraciones arquitectónicas que incluyen áreas amplias orientadas al sur para la ganancia directa, muros y techos de almacenamiento para la ganancia indirecta, y superficies de absorción aisladas que transfieren el calor acumulado al interior de las viviendas. Además, se utilizan técnicas de refrigeración pasiva como fuentes y estanques que humidifican el aire circundante, mejorando el confort térmico sin necesidad de energía adicional. 

«Todas las casas tienen sensores que permiten a sus huéspedes ver los parámetros de confort»


El impacto ambiental del proyecto ha sido cuidadosamente considerado desde el inicio. La distribución y orientación de cada vivienda se diseñaron para lograr la máxima integración en el paisaje y crear un microclima alrededor de las viviendas. Se ha respetado y reforzado la vegetación autóctona, utilizando especies endémicas que requieren un riego mínimo y no representan un riesgo para el entorno natural. Este enfoque ha permitido no solo preservar, sino también mejorar la biodiversidad local.

La gestión del agua es otro aspecto clave en estas viviendas. Se han instalado sistemas de griferías con aireadores y reductores de caudal, cisternas con doble pulsador y sistemas de baño seco. Además, la reutilización del agua es una práctica común, permitiendo un uso más eficiente de este recurso vital. Una planta desaladora y una depuradora abastecen las necesidades de agua de consumo y riego de la urbanización, asegurando que el ciclo del agua se mantenga cerrado y sostenible.

El confort de sus usuarios también ha sido una prioridad. Cada vivienda está equipada con sensores para medir la temperatura, la humedad y la velocidad del viento, entre otros parámetros. Estos datos se recopilan y analizan para asegurar que las condiciones interiores sean óptimas. Según Iriarte, “todas las casas tienen sensores que permiten a sus huéspedes ver los parámetros de confort en sus televisores, y nosotros recopilamos estos datos para optimizar continuamente el diseño y funcionamiento de las viviendas”.

El proyecto ha tenido un impacto significativo en la investigación y desarrollo en el campo de la sostenibilidad. La recopilación continua de datos proporciona una base sólida para la implementación de nuevas tecnologías y estrategias en la arquitectura bioclimática. Aunque, como menciona Iriarte, «todavía estamos en una fase de toma de datos». Los resultados preliminares ya han mostrado mejoras en la eficiencia energética y el confort de sus usuarios, especialmente en las condiciones climatológicas predominantes en la Isla.

El Involcan usa las viviendas para medir diferentes gases. Foto: G. Zizzi

Las 25 Viviendas Bioclimáticas del ITER representan un modelo a seguir en la arquitectura sostenible, demostrando cómo es posible crear espacios habitables que minimicen su impacto ambiental y maximicen el uso de recursos renovables. Este proyecto no solo ha servido como un laboratorio vivo para la investigación y desarrollo, sino que también ha proporcionado un ejemplo tangible de cómo las tecnologías verdes pueden integrarse de manera efectiva en la vida diaria.

El éxito de este proyecto se debe en gran parte a la visión y el liderazgo del Cabildo Insular de Tenerife y del ITER, así como a la colaboración de profesionales de la arquitectura y especialistas de todo el Mundo. La combinación de conocimientos locales y globales ha permitido la creación de soluciones innovadoras que pueden ser replicadas en otras regiones con climas similares. Esto refuerza el papel de Tenerife como un líder en la investigación y promoción de la sostenibilidad.

«El potencial de estas viviendas transforma la forma en que pensamos»


A pesar de los desafíos iniciales y las adaptaciones necesarias a lo largo del tiempo, las 25 viviendas bioclimáticas han demostrado ser un éxito tanto en términos de eficiencia energética como de confort para los usuarios. La experiencia acumulada y los datos recopilados durante estos años han proporcionado una valiosa base para futuras investigaciones y desarrollos en este campo. Como concluye Iriarte, “aunque todavía estamos aprendiendo y ajustando, el potencial de estas viviendas para transformar la forma en que pensamos y construimos nuestras casas es inmenso”.

Estas viviendas no solo cumplen con sus objetivos iniciales de sostenibilidad y eficiencia, sino que también han abierto nuevas puertas para la investigación y el desarrollo en la arquitectura bioclimática. Este proyecto es un testimonio del poder de la innovación y la colaboración para enfrentar los desafíos ambientales de nuestro tiempo y ofrecer soluciones que beneficien tanto a las personas como al Planeta.

 

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