La influencia del pensamiento occidental en Gandhi, a debate en la ULL

Artes y Humanidades

La segunda sesión del IV Seminario sobre Asia del Sur se celebró ayer martes 20 de febrero en la Sección de Filología de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna. La charla, titulada Gandhi y el Oeste: Viajes en la Historia Intelectual, corrió a cargo del catedrático de Historia de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y escritor sobre Historia de la India colonial y moderna,Vinay Lal, quien explicó las influencias y relaciones de Gandhi con el mundo occidental. El congreso, coordinado por el profesor Juan José Cruz a través de su grupo de investigación Literaturas Postcoloniales, se centra especialmente en aspectos históricos, sociales y culturales del país. Las siguientes sesiones se llevarán a cabo los días 9 y 10 de abril.

En la ponencia, Vinay Lal habló de la gran importancia de los viajes que Gandhi realizó a Inglaterra y a Sudáfrica, puesto que constituyeron un hecho decisivo en el descubrimiento de su vocación y en su formación intelectual. La primera vez que entró en contacto con Occidente fue cuando marchó a Londres a los diecinueve años para estudiar Derecho. El catedrático de la UCLA comentó que el conocido activista se había sorprendido pues «nunca había visto a gente blanca». Además, la cultura era muy distinta a la de su país de origen. Aparte de cuestiones básicas como el idioma y la forma de vestir, se percató de que allí las personas poseían más autonomía y derechos.

Durante su estancia en Inglaterra, Gandhi leyó a León Tolstói, quien influyó enormemente en él con su discurso de la no-violencia, «lo que le llevaría más adelante a recurrir a métodos pacifistas para conseguir la independencia de la India». A su vez, también conoció la figura de Dios a través de personas de creencia cristiana, a las cuales escuchó en busca de la verdad. Sin embargo, siempre se mantuvo fiel al hinduismo, religión en la que sus padres lo educaron firmemente.

«Él simplemente caminó, y siguió caminando, nada más»


Años más tarde, cuando viajó a Sudáfrica por cuestiones laborales, el activista aprendió más acerca de la religión apostólica, sintiendo una enorme fascinación hacia ella. Lal declaró que «Gandhi quería aprender sobre el cristianismo», pero al mismo tiempo »tenía que encontrarse a sí mismo y realizar un autodescubrimiento». Es en su estancia allí, poco antes de volver a su hogar, cuando el pacifista se entera de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes, decidiendo quedarse en el país para organizar la liberación del imperio británico.

Finalmente, el catedrático de Historia concluyó la charla con el regreso del activista a su país de origen, donde llevó a cabo la lucha por la independencia de la India. «Escribió una carta al virrey de La India, Lord Irwin, avisándole», momento precedente a la famosa Marcha de la Sal, manifestación emprendida por Gandhi entre el 12 de marzo y el 6 de abril del año 1930 para reclamar el derecho de los hindúes a producir sal. «Él simplemente caminó, y siguió caminando, nada más».

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