Luis Artiles, junto a Araya Frasquet, fundó Ekamai Club, una firma canaria de ropa sostenible que se dedica a reutilizar piezas vintage para convertirlas en prendas nuevas. Nació en las calles de Bangkok, concretamente en el barrio de Ekkamai, donde se inspiraron en los mercadillos y tiendas alternativas de la zona. El contraste entre el fast fashion y los negocios artesanales les llevó a basar la marca en un estilo de vida que unía la sostenibilidad y la gente joven. Empezaron subiendo fotos de modelos con ropa que conseguían en los markets a Instagram. Su objetivo era que la gente viera la imagen y pudiera comprar el look completo. Tras establecerse en Gran Canaria, pusieron una tienda física en Las Palmas que cerró en abril de 2024 debido a los altos costes que conllevan mantener un pequeño comercio.
¿Cómo es emprender siendo joven? «Es muy complicado porque obviamente es caro. España es un país en el que que si no tienes dinero ni contactos te va a costar llegar lejos. Antes de abrir Ekamai Club en Gran Canaria estuvimos mucho tiempo fuera, por lo que volver fue como empezar desde cero. Para tener visibilidad y que la gente te conozca muchas veces necesitas gastarte dinero, si no lo tienes o no te ha llegado nunca ninguna subvención, como es nuestro caso, es difícil».
¿Es caro crear moda sostenible? «Mucho. Nos hemos acostumbrado a pagar muy poco dinero por una prenda. Es muy diferente crear una prenda fast fashion en una fábrica donde trabajan personas con unas condiciones de trabajo determinadas que traer a la realidad una pieza exclusiva hecha a mano, ya que lo segundo supone una gran inversión de tiempo. Estar un día entero trabajando para tu marca también es dinero, porque tus horas y tu trabajo valen algo. Para que nuestra ropa esté perfecta hemos preferido delegar ese proceso a una costurera profesional. Eso es caro, puede estar un día entero para coser un pantalón porque lo hace con una calidad alta. Además no le pagamos como si fuera una máquina, sino como a un ser humano».
«Las películas de Almodóvar y los shows de Britney Spears nos inspiran»
¿En qué se inspiran para diseñar las prendas? «En nuestro día a día. Consumimos una gran cantidad de música y de moda. Las películas de Almodóvar y los shows de Britney Spears en su era dorada son nuestros referentes. Nos fijamos en el presente, pero también en el pasado, los años 90 y los 2000. Sentimos que la moda siempre vuelve, que es un ciclo, pero no de la misma forma, siempre hay algo que cambia. Modificamos la base que nos viene de esa época y le añadimos las tendencias de hoy en día».
¿A qué tipo de público va dirigida la marca? «A todo el mundo. Cuando una persona mayor venía a la tienda que teníamos antes y nos decía que era para gente más joven le explicábamos que no. Tenemos clientes desde los doce años hasta los setenta. Nuestras prendas son para personas de espíritu diferente, no depende de la edad, sino del sentimiento. Para gente más atrevida y para quienes lo son menos, pero sobre todo para la que se quiere diferenciar del resto, que valora el trabajo realizado a mano y que apuesta por una moda ética y diferente».
¿Cómo ha cambiado la marca a lo largo del tiempo? «Ha ido evolucionando un poco como el equipo. Casi todo el mundo madura porque le pasan cosas o por las experiencias que viven. Ekamai ha formado parte de nuestras vidas durante todo este tiempo y ha crecido a nuestro mismo ritmo».
¿Cómo es pasar de la tienda física a la online? «Ha sido un paso muy distinto. Por una parte dejamos de ofrecer un sitio físico a la clientela. Por lo que las ventas no son las mismas. La posibilidad de probarse las prendas y vérselas puestas marca una diferencia. Pero también es verdad que ahora sentimos que tienen más ilusión por encontrarnos cuando hacemos un market o un evento. Es como que lo disfrutan mucho más porque no lo tienen disponible todos los días. También sentimos que ha sido importantísimo tener la tienda física estos años porque nos ha permitido conocer bien a nuestro público, saber lo que quiere, descubrir lo que le gusta más y lo que menos. Ha sido muy interesante porque ponen cara a lo que hay detrás de la marca».
«Proporcionar ropa para festivales y videoclips nos permite desarrollar nuestra creatividad»
¿Cómo es proporcionar ropa para festivales y producciones? «Es una experiencia muy divertida. Te permite desarrollar más tu parte creativa, sobre todo cuando hemos puesto el vestuario en videoclips, no es algo que la persona necesite vestirse para su día a día, que a veces tienen un estilo más pudoroso».
¿Qué hace falta para que el mundo de la moda se vuelva más sostenible? «Que desaparezcan las empresas que promueven el fast fashion y que la gente empiece a valorar lo que es la artesanía. En realidad lo que haría falta es retroceder 60 años atrás porque antiguamente la gente valoraba lo que era hacerse un traje. Se pagaba lo que valía ir a un sastre. Hoy en día la gente se ha acostumbrado a que un traje te cueste 10 euros y ya está. El problema de ahora es que el pequeño comercio y los diseñadores y diseñadoras emergentes no tenemos tanto dinero como para poder producir mucho stock de forma ética. Al final desapareces porque no puedes permitirte ser sostenible y ganar dinero. Creo que hace falta que la gente vuelva a tener ese chip de menos consumismo y comprar más cosas de calidad que le vayan a servir para toda la vida».
Tienen una cuenta de TikTok donde promocionan su contenidos en la cual han conseguido crear algunos vídeos virales. ¿Cómo se les ocurre empezar en esa red social? «Siempre le hemos dado mucho uso a las redes sociales y además nuestro público nos lo demanda. Somos gente joven y nos tenemos que adaptar a lo que va saliendo día a día».
«Siempre estamos creando y pensando en diseños diferentes»
¿Han pensado en expandir la marca a nivel nacional e internacional? «Sí, pero hace falta inversión de dinero. Por eso vamos más lento, aunque dentro de nuestras posibilidades ya estamos trabajando en ello».
¿Qué podemos esperar de nuevas colecciones? «Cosas muy guais. Siempre estamos creando y pensando en diseños diferentes. Lo que vamos a plantear este año creo que va a gustar mucho porque van a ser cosas muy distintas. No tener la tienda física nos ha dado un poquito más de tiempo para poder desarrollar nuestras ideas y nuestra creatividad. Este año se va a notar bastante».
¿Cómo es colaborar con otras casas de moda? «Siempre estamos haciendo cosas con otras firmas, sobre todo marcas jóvenes que encajen con nuestros valores. Nuestra filosofía siempre ha sido juntarnos la gente joven y creativa para poder ganar más visibilidad y apoyarnos. Además, hemos trabajado con diseñadoras de la Isla para que nos transformen prendas o para colaborar a la hora de hacer colecciones. Les proporcionamos prendas vintage y ellas les dan nuestra esencia y también la suya».
¿Qué le dirían a jóvenes que quieren emprender en el mundo de la moda? «Que tengan muy claro qué es que lo que van a desarrollar y si les va a hacer felices. Tener tu propio negocio es estar 24 horas encargándote de él. Tienes que ser consciente de que vas a tener épocas muy malas, pero que tienes que seguir. Que se preparen para sufrir y disfrutar al máximo».