Recientemente se ha dado a conocer el tráiler oficial de la quinta película de Los Juegos del Hambre. Amanecer en la Cosecha, que ha dejado a sus fans en vilo ante la expectativa de una nueva entrega de la famosa saga, que será el 20 de noviembre de 2026, advirtiendo que «estos juegos serán diferentes». En 2023 salió la que se supondría que era la última película de la saga, Balada de Pájaros Cantores y Serpientes. Esta película, éxito en taquilla, dejó al público con una clara explicación sobre el origen de estos juegos.
En esta última entrega de la saga se presenta a un joven Coriolanus Snow, mucho antes de convertirse en el dictador despiadado que conocimos en la saga original. A lo largo de la película vemos cómo su entorno, sus circunstancias y su necesidad de ascender socialmente lo empujan a tomar decisiones que parecen personales, pero que en realidad están condicionadas por un sistema que premia la crueldad, el control y la manipulación. Lo interesante es que Snow no empieza siendo un villano. Al contrario, se muestra humano, incluso empático en ciertos momentos, lo que vuelve su transformación aún más perturbadora.
«Justificamos nuestras decisiones sin cuestionar quién las ha enmarcado»
Vivimos en una época donde la libertad individual es un valor supremo o, al menos, eso nos gusta creer. Pero basta con mirar un poco más de cerca para ver las cadenas invisibles: algoritmos que moldean nuestra opinión, redes sociales que premian ciertos comportamientos y castigan otros, sistemas económicos que perpetúan desigualdades. Elegimos qué estudiar, a quién votar, qué consumir… pero dentro de una lista de opciones ya diseñada. Así como Snow se convencía de que lo hacía todo por el bien común, la realidad hace que justifiquemos nuestras decisiones sin cuestionar quién las ha enmarcado.
Balada de Pájaros Cantores y Serpientes es más que una precuela distópica, es un reflejo que incomoda. La sociedad, al igual que los tributos, también está dentro de unos juegos, solo que no siempre lo sabemos. ¿La nueva entrega de esta distopía también nos hará reflexionar sobre nuestras decisiones o simplemente nos dejará con más ganas de entretenimiento desmesurado?