En nuestras manos

Opinión

“Temblaba, y no sé si era por el frío o por el miedo. Bueno, temblábamos, yo y mis cinco hermanos dentro de esa bolsa. Estábamos mojados y unos encima de otros. No podíamos más que gritar, aullar para ver si mamá nos encontraba. De repente, ella ya no estaba. De su suave y calentita panza a un saco de plástico mojado. Ya no somos seis los que hacemos porque mamá nos encuentre, casi sin fuerzas, ahora solo se oyen cinco voces. Espero que sea el agotamiento y no la muerte de un hermano.  Llevamos horas en el mundo y ya tenemos que vivir algo que no nos toca: clamar por nuestra vida.

La bolsa empieza a moverse, como a elevarse, y no sé cómo interpretarlo. Escucho voces y se parecen a la de la persona que nos quitó de nuestra madre. Y me coge una mano, que también se le parece. Pero no. Esta mano me coge con cuidado, casi con mimo, al sacarme de esa bolsa. Me pone en el suelo y me recorre el cuerpo de manera suave. Qué sensación más rara, nunca me habían hecho eso. No, esta no fue la mano que me metió en la bolsa. Esta es una mano buena.”

Hace unos días, efectivos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de Murcia sacaron de una tubería a seis cachorros, uno de ellos muerto. Los perros estaban metidos en una bolsa de basura anudada y a mucha profundidad. Si uno de ellos pudiera dar su testimonio sería uno parecido a este.

Las cifras no bajan


El de Alguazas, región de Murcia, es uno de los últimos casos de abandono animal en nuestro país, pero la crueldad de su anterior dueño no es lo más pasmoso. El pasado año, y la cifra se mantuvo casi inmóvil los otros dos anteriores, fueron recogidas por las protectoras más de 138 000 mascotas, según cifras de un estudio de la Fundación Affinity. En el mismo precisan que 104 834 fueron perros y 33 473 fueron gatos. Y qué tantos otros de cientos no se encuentran jamás y no forman parte de estas indignantes cifras.

Y aquí no acaba todo. Solamente la mitad de estos animales fueron adoptados, el 43,5 %, y el 17 % regresaron con su dueño, puesto que se habían perdido. Casi el 10 %, y esto son 13 000 perros y gatos, fueron sacrificados en las protectoras o perreras, bien por causas médicas o eutanasia.

Esto es un problema social con base en la educación. No se puede consentir que miles de animales mueran al año porque sus dueños se cansen de ellos. Las mascotas tienen que ser un compañero con el que recorrer el camino, aunque este a veces se tuerza. Tienen que sentir nuestra mano, una mano amable, que los sostenga incondicionalmente.

Soy redactor jefe y web manager de 'The Cultural', revista de arte y cultura, y un gran entusiasta del arte, la música, el cine, la arquitectura y los videojuegos. Estudio Periodismo en la ULL y paso gran parte de mi tiempo documentándome: jugando a videojuegos.

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