El Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de Canarias (HUC) ha sido el primero en el Archipiélago en implantar una prótesis valvular aórtica a través de un catéter por la arteria carótida, una vía poco frecuente. Este procedimiento, denominado TAVI (o Implante de Válvula Aórtica Transcatéter) permite una intervención a grupos que, de otra manera, no podrían ser operados. Sus cinco pacientes han tenido un desarrollo rápido y favorable.
Esta técnica consiste en la introducción de una válvula plegada, que sustituya la enferma y calcificada, por medio de la arteria femoral, la axilar o carótida, además de la aorta o la punta del corazón, en función de la necesidad. Una vez en posición, se despliega la prótesis, de manera que queda apoyada hacia fuera, funciona correctamente y alivia así los síntomas de la estenosis aórtica severa.
Según Carlos Morales, cirujano cardíaco del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), los TAVI tienen menos riesgos a la hora de aplicarlas, porque no se somete al paciente a ciertos procedimientos. La mortalidad en las operaciones normales es menor al dos por ciento en centros de excelencia, y la propia de los nuevos implantes es igual de baja. Por lo que, concluye, resultan más sencillas siempre que no ocurra ninguna complicación en quirófano.
Sin embargo, el número de intervenciones por la carótida es reducido debido a las dificultades técnicas y a las complicaciones que puede conllevar. Es por esto que el grupo de especialistas pasa por largos procesos para determinar cuál es el mejor tratamiento para la totalidad de sus pacientes.
«Quienes tienen más de 85 años, directamente pasan hacia la vía TAVI tras realizar un escáner. En cambio, si están entre los 75 y 85 años años, un servicio de genética evalúa qué condiciones tienen: si es frágil, se deriva hacia el TAVI; si por el contrario, es robusto, seguimos indicando cirugía», explica Morales.
Ventajas del implante
La cirugía convencional supone la apertura del esternón y la sustitución de la válvula mediante circulación extracorpórea, conocido como «operación a corazón abierto». Debido a esto, quienes han sido intervenidos a través de este nuevo acceso tienen un proceso más veloz y favorable de recuperación. Raquel Pimienta, cardióloga en Vithas, comenta que el procedimiento TAVI es menos invasivo, tiene una recuperación más rápida y ha supuesto una técnica que permite tratar la estenosis aórtica en pacientes que no son adecuados para cirugía.
Existen determinados colectivos con altas posibilidades de complicaciones en el quirófano o en postoperación, como la gente con edad avanzada o enfermedades severas. Para estos casos, esta técnica es prácticamente su única opción para llegar de manera segura al corazón o de tener algún tratamiento.