Rosaura González, coordinadora del grupo de investigación sobre Análisis y Prevención de la Violencia. Foto: PULL

El confinamiento menoscaba la actividad del grupo investigador APreVi

Ciencias de la Salud

La reclusión en casa por la pandemia de COVID-19 ha repercutido negativamente en las labores de investigación. La falta de tiempo, la incertidumbre y el corte de la financiación pública han complicado significativamente el cometido del personal investigador. En particular, el grupo de investigación sobre Análisis y Prevención de la Violencia (APreVi) ha visto mermada su actividad investigadora desde el inicio del confinamiento. A pesar del estado de alarma, el grupo coordinado por la doctora del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional, Rosaura González Méndez, ha intentado cumplir con los objetivos de sus tareas de investigación.

APreVi se constituyó con el objetivo inicial de centrar sus líneas de investigación en el análisis y prevención de la violencia. No obstante, su objeto de estudio ha tenido que adoptar otra perspectiva, centrada en las fortalezas, y no tanto en los riesgos o en las consecuencias negativas. En este sentido, la reorientación investigadora trata de centrar los esfuerzos en analizar los mecanismos que hacen posible la resiliencia en distintos colectivos, no solo en las víctimas de la violencia. En definitiva, APreVi analiza qué hace resistentes a las personas frente a las dificultades.

Paralización de la financiación pública


Desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma, el equipo de investigación de APreVi ha sufrido las consecuencias del confinamiento. Así, en primer lugar, la doctora González afirma que «la financiación se ha visto afectada». Esto es así porque el Gobierno central ha paralizado el presupuesto para la investigación pública. De esta forma, casi un tercio del personal investigador que se beneficia de las ayudas públicas de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) va a sufrir un recorte de su presupuesto de entre un 14 % y un 22 %. Aunque la Universidad de La Laguna les proporciona ayudas, no son suficientes para cubrir todos los gastos. Igualmente, la burocracia resiente la efectividad de su desempeño investigador. La doctora lamenta que muchas veces los investigadores se vean obligados «a poner dinero de su bolsillo».

El grupo de investigación para la prevención de la violencia ha tenido que declinar asistir a varios congresos programados para este año. De esta forma, tuvieron que renunciar a una conferencia en Estados Unidos que se produjo el pasado mes de abril. Además, tampoco podrán desplazarse hasta Córdoba, donde tenían previsto asistir a otro congreso.

Por su parte, la profesora González apunta que conciliar la vida doméstica con la investigación es una labor complicada. Durante este tiempo se ha hecho especialmente difícil compatibilizar las demandas de trabajo y las de la familia. Asegura que buscar el tiempo para investigar y analizar datos es una labor que no puede desempeñarse en ratos libres, sino que es necesario un ambiente de concentración.

«Durante el confinamiento resulta peligroso recabar datos sobre la violencia de género»


Por otro lado, el equipo de investigación apenas ha podido recabar información sobre la violencia de género, una de sus áreas de estudio, durante esta reclusión en casa. De acuerdo con Rosaura González, en estos momentos resultaría «peligroso» recoger datos sobre violencia, pues las víctimas conviven permanentemente con sus agresores.

No obstante, APreVi ha seguido adelante con sus líneas de investigación. De acuerdo con la situación de confinamiento y dado su interés por la resiliencia y el bienestar psicológico, han decidido reformular sus campos de investigación para centrarse en esta nueva situación social.

Asimismo, el grupo de investigación ha conseguido cerrar dos trabajos que se publicarán próximamente, además de centrar sus esfuerzos en la recopilación de datos provenientes de las tesis doctorales. Así, este encierro les ha permitido plantear nuevos objetivos. Por último, entre los proyectos que han logrado implementar durante este periodo destaca la elaboración de un vídeo, en colaboración con la Facultad de Psicología y Logopedia, para favorecer la resiliencia.

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