Aspirina para detener el alzhéimer

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Un grupo de investigadores del Instituto Boyce Thompson de la Universidad de Cornell, de Nueva York, y de la Universidad Johns Hopkins, de Maryland, ha descubierto que el ácido salicílico que contiene la aspirina frena la acción de la enzima GAPDH, que desencadena enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, el párkinson o la enfermedad de Huntington.

Este hallazgo ha sido publicado en la revista Plos One donde se indica que el ácido acetilsalicílico, principal componente de la aspirina, podría evitar que la enzina GAPDH se introduzca en el núcleo de la célula, provocando su muerte y el posterior desarrollo de estas enfermedades.

Uno de los investigadores principales del estudio, el profesor Daniel Klessig, del Instituto Boyce Thompson, ha probado la acción del ácido sacílico en plantas, donde funciona como un hormona que regula su sistema inmunológico. Su análisis ha revelado cómo la aspirina puede actuar para frenar distintas enfermedades. Por un lado, por su acción  sobre la proteína HMGB1, que se asocia a la artritis, el lupus y ciertos tipos de cáncer, como el de colon, entre otras dolencias. Por otro, anula la acción de la GAPDH (Gliceraldehído 3- Fosfato deshidrogenasa) que se encarga del metabolismo de la glucosa, pero que, además, a través del estrés oxidativo, entra en los núcleos de las neuronas e incrementa el volumen de proteínas, causando la muerte de las células y provocando enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.

El coautor de la investigación y profesor de Neurociencia en la Universidad Johns Hopkins, Solomon Snyder, ha afirmado que «el nuevo estudio establece que el GAPDH es un objetivo para los fármacos relacionados con la aspirina y que podría ser relevante para acciones terapéuticas de los fármacos».

Además, estos estudiosos han encontrado un derivado natural del ácido salicílico en la planta china del regaliz que, sintetizado, actúa sobre la GAPDH de manera más efectiva que el ácido salicílico. A este respecto, Klessig señala que esta investigación aporta «un mejor entendimiento de cómo el ácido salicílico y sus derivados regulan las actividades de la GAPDH y el HMGB1 y cómo, junto a otros derivados naturales y sintéticos muy efectivos, podría abrir la vía al desarrollo de nuevos y mejores tratamientos contra una amplia variedad de enfermedades devastadoras».

La aspirina, uno de los fármacos más consumidos del mundo, nació como analgésico o antiinflamatorio para frenar dolores comunes como las cefaleas. Sin embargo, en los últimos tiempos se han descubierto nuevos beneficios de su consumo, como la prevención de infartos, y ahora también la posible detención de enfermedades hasta ahora incurables como la demencia senil.