Ángel Manuel Hernández es licenciado en Teología, presidente de la Misión Cristiana Moderna y vicepresidente del Consejo Evangélico de Canarias. Fue galardonado con la Medalla Mérito Civil y la Medalla de Oro de Canarias. A lo largo de su trayectoria ha acometido muchos proyectos solidarios dirigidos a personas en situaciones desfavorables, como es la Guaguaseo en Fuerteventura, un proyecto enfocado a personas sin hogar. Se trata de una guagua equipada con materiales y servicios de higiene como duchas, peluquería, pedicura y manicura, ropa, alimentos y un currículum vitae para que puedan encontrar empleo o vivienda. Este proyecto lleva vigente desde el año 2016 y es el único vehículo de aseo del Mundo.
¿Cuál es el principal objetivo de esta iniciativa? «Queríamos lanzar un proyecto nuevo para que quienes se encuentren sin hogar, tuvieran el deseo de salir de esa situación. Durante varias investigaciones sobre este tema se ha dado con el fenómeno: indigencia del retiro. La característica principal es que se lanzan a la calle para acabar con sus vidas y pensar que estas no tienen ningún sentido. Por ello, hemos creado este espacio de aseo ambulante, ya que hemos descubierto que cuando una persona en condiciones de higiene se ve bien, desea salir de esa situación».
¿Cuánto personal colabora para hacer posible su funcionamiento? «Funciona con un voluntariado grande en varios puntos de Fuerteventura que intenta ayudar no solo ofreciendo medidas de higiene, sino también en lo moral. Por ejemplo, en el punto ubicado en Corralejo veinte personas quienes colaboran con la causa. También está integrada por la comunidad de profesionales en el ámbito de la estética y la podología. Cuenta, también, con apoyo de la comunidad sanitaria».

«Vamos al lugar donde está la necesidad»
¿Cuál es la ruta que desarrolla el vehículo y su horario? «La guagua se acerca a la marginación social, y en este sentido, hay una motivación mayor por el aseo. En el norte, concretamente en Corralejo, está los miércoles durante toda la tarde en zonas muy discretas del pueblo para una mayor privacidad. También se ubica en Puerto del Rosario los jueves, y circula en dos rutas de la ciudad».
¿Qué protocolos de limpieza y mantenimiento se siguen para garantizar la higiene? «Son de un alto nivel y el personal que ejerce el voluntariado son profesionales, instruyéndose mediante un curso de formación en aspectos principalmente psicológicos. Tenemos que tener en cuenta que muchas de estas personas vienen alcoholizadas o drogadas. La guagua, además, está totalmente equipada con todos los protocolos de higiene que se necesitan, compuestos por: lavadoras, guantes, mascarillas, asientos con fundas y servicio de limpieza. Tras su uso, se procede a higienizar la zona para que después lo utilice otra persona, además la ropa que traen se tira y se les ofrece una nueva».
¿Cómo ha respondido la comunidad a la que va dirigida? «Ha respondido muy bien porque hemos salvaguardado su dignidad. Quienes se e cuentan en esta situación, sienten que se van a ver expuestos públicamente, o que serán fotografiados; nos proponemos a que el servicio sea lo más discreto posible. Una vez que entras en la guagua sales irreconocible, con un antes y un después notable. Por tanto, cuidamos la privacidad por encima de todo».