«Tuve la oportunidad de trabajar como elfo para el Santa original durante los meses de invierno»
Andrés Delgado, estudiante de cuarto año del grado en Relaciones Laborales de la Universidad de La Laguna (ULL), decidió cursar su último año académico mediante el programa de intercambio Erasmus. A través de ello fue seleccionado para estudiar en la Universidad de Laponia, ubicada en Finlandia.
Delgado se convirtió en el último estudiante de la ULL en realizar una movilidad a esta institución, ya que el convenio entre ambas universidades finalizó en el curso académico 2024-2025, justo cuando presentó su solicitud. Su estancia en el país nórdico está a punto de concluir, cerrando así una etapa formativa fuera del archipiélago canario.
«Me fui a la aventura, quería dejarme sorprender y aprender sobre la marcha»
Irse a estudiar fuera del sistema español fue algo que siempre quiso hacer. Según explica el universitario, lo que más le motivó a elegir Finlandia como destino Erasmus fue «la sensación de aventura y la expectativa de descubrir una cultura completamente distinta».
Además, valoró el prestigio del sistema educativo finlandés, ya que siempre había sentido curiosidad por conocer sus métodos pedagógicos y su enfoque en el bienestar del alumnado. Por esta misma razón, optó por cursar el año completo en lugar de un solo cuatrimestre. Consideraba que una estancia parcial no le permitiría adaptarse del todo en la vida local.
Respecto a la preparación previa al viaje, reconoce que no siguió un plan estructurado. «Me fui a la aventura, quería dejarme sorprender y aprender sobre la marcha», confiesa. Aunque admite que una mayor preparación podría haberle sido útil, considera que esta actitud le permitió afrontar los desafíos con una mentalidad abierta.
La adaptación al estilo de vida finlandés fue, en general, positiva. Delgado destaca la serenidad del entorno, la amabilidad de las personas y el valor de sus costumbres. Sin embargo, admite que lo más difícil no fue el frío, sino los largos periodos de oscuridad, que afectaban notablemente a su estado de ánimo: «Al principio no pensé que me afectaría tanto, pero con el tiempo me di cuenta de que influye más de lo que uno cree», resalta el estudiante.
«El apoyo al alumnado, tanto local como internacional, es constante y accesible»
Con relación a la interacción social, menciona que uno de los principales choques culturales fue el carácter reservado de la población local, especialmente en comparación con España. Aunque esto no supuso una gran dificultad para él, sí notó una diferencia clara en la forma de relacionarse.
Delgado observó que aunque Finlandia lidera los rankings de felicidad, su población entiende este concepto de forma distinta a la comunidad hispana.
También destaca las diferencias entre la ULL y la Universidad de Laponia. Según comenta, las instalaciones son mucho más modernas y «están adaptadas a las necesidades del estudiantado». Además, valora que «el apoyo al alumnado, tanto local como internacional, es constante y accesible», algo que considera fundamental, sobre todo por estar tan lejos de casa.
En su día a día, Delgado aprovecha la flexibilidad del sistema académico para organizarse con libertad. En los días con clases, asiste a las sesiones y estudia en la biblioteca. En sus jornadas libres, explora la ciudad local, comparte tiempo con el resto del estudiantado o viaja a distintos lugares de Europa. Sostiene que descubrir otros países forma parte esencial de la experiencia Erasmus, ya que, como él mismo señala, «es uno de los principales objetivos de irse».
Por otro lado, la convivencia la califica como muy enriquecedora. «He tenido la oportunidad de conocer a personas increíbles de distintas partes del mundo», afirma. Esta diversidad le ha permitido acercarse a diferentes culturas.
También valora la enseñanza finlandesa por su enfoque en la autonomía del estudiantado y la escasa presión académica. Indica que «el nivel de estrés es en su totalidad inexistente», y por eso piensa que es uno de los mejores sistemas educativos del mundo.
Recomienda sin duda Finlandia como destino Erasmus y aconseja a quienes estén pensando en vivir esta experiencia que «se lancen sin miedo», ya que considera que ofrece un crecimiento personal más allá de lo académico.
Asimismo, aunque le gustaría regresar a Finlandia como turista por el cariño que le guarda al país, se muestra abierto a explorar nuevos destinos para continuar su formación profesional.
Considera que esta vivencia ha fortalecido su capacidad de adaptación, su autonomía y su sensibilidad intercultural. «Trabajar eficazmente en entornos diversos es algo que, sin duda, marcará positivamente mi futuro», afirma al comentar el enriquecimiento que le ha aportado esta experiencia.
