La pasada semana se celebró en la Universidad de La Laguna una reunión sobre el proyecto que el Consejo de Europa designa como Itinerario Cultural Europeo. Incluye una serie de rutas con valor histórico y etnográfico que, entre otras condiciones, abarcan al menos a tres estados. Desde 2014 se está trabajando en la candidatura de uno de estos itinerarios, relacionado con los caminos tradicionales y la trashumancia en la que Canarias está implicada, junto a Italia y Suecia.
La constitución de una asociación relacionada con el plan es uno de los requisitos exigidos por Europa a todas las candidaturas que se presentan para lograr esta distinción, en cuya creación están trabajando ahora mismo las diferentes instituciones implicadas. La sede universitaria de la calle Viana acogió una asamblea técnica, organizada por el Cabildo de Tenerife bajo la coordinación de José Juan Cano, en la que participaron una veintena de personas de varias administraciones relacionadas con este proyecto: Turismo de Tenerife; los ayuntamientos de La Orotava, Granadilla de Abona, Vilaflor de Chasna, Los Realejos y Puerto de la Cruz; el Parque Nacional de El Teide; las universidades italianas de La Sapienza y Roma Tre; el Museo Áttje de Cultural Popular Sami (Suecia) y la Universidad de Uppsala, además del Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de Tenerife y la propia Universidad de La Laguna.
La idea puede ser aprobada próximamente
Durante la reunión se resumió este proyecto en torno al concepto de caminos tradicionales y actividad de trashumancia de ganado, ya sea todavía activa o de carácter histórico. Se centra en tres zonas: en Suecia, en torno a la cultura Sami; en Italia, en la población de Breva de la Campaña Romana; y en Tenerife, en el Camino Real de Chasna.
Durante los próximos meses se redactarán los objetivos del proyecto definitivo que, finalmente, se presentaría en 2019 ante la Comisión Europea para su posible aprobación. Se trata de una iniciativa abierta que podría incorporar más territorios: así, el Gobierno de Canarias lo quiere ampliar a otras islas y, de hecho, Tejeda (Gran Canaria) ya ha manifestado su interés en participar. También se podría abrir a otras rutas de trashumancia de la España peninsular e, incluso, a ciertas áreas de Rumanía en la que esta actividad ganadera también ha tenido importancia.
El primer Itinerario Cultural Europeo fue el Camino de Santiago
La designación de un área como Itinerario Cultural Europeo es perfectamente compatible con otras actividades preexistentes porque no supone ningún cambio normativo ni incorpora restricciones de tipo alguno. Las prácticas que se desarrollen en esas zonas podrán seguir desempeñándose con normalidad. Sin embargo, el interés de formar parte de este itinerario es que puede aportar un valor añadido para el territorio. Para empezar, supondría un nuevo recurso turístico con el que enriquecer la oferta local y, además, podría ser un aliciente para la recuperación de oficios y actividades tradicionales en proceso de desaparición, y, en general, un acicate para el desarrollo local.
El primer Itinerario Cultural Europeo reconocido como tal en 1987 fue el Camino de Santiago, y a partir de ahí, se han configurado una treintena más, que incluyen, por citar algunos, la Ruta Mozart, el Camino del Emperador Carlos V, la Ruta de los Vikingos, el Camino del Arte Rupestre Prehistórico, la ruta de los Fenicios, el Itinerario del Legado de Al-Andalus o la Ruta de las Abadías Cistercienses, entre otros.