Miriam Álvarez Lorenzo ejerce como docente en el grado de Trabajo Social de la Universidad de La Laguna, donde imparte asignaturas relacionadas con la planificación y evaluación para la mediación familiar, social y comunitaria. Asimismo, ha sido investigadora asociada al grupo de investigación FADE de la ULL. Con este grupo desarrolló el programa Educar en Positivo, un recurso web de apoyo a la parentalidad positiva que trata de aumentar las evidencias científicas que sean de utilidad para promover este comportamiento en los padres y el bienestar infantil. La profesora quiere continuar con un estudio que permita comprender mejor a la familia y promover el bienestar infantil.
¿Cómo define usted la parentalidad positiva? “La podemos entender como aquel comportamiento por parte de los padres que está basado en el interés superior de los niños. Es una manera de desarrollar un rol basado en competencias, en vínculos afectivos positivos, en el respeto o en la educación sin violencia”.
¿Cuál sería el objetivo de establecer ese rol? “Promover el desarrollo pleno de los niños optimizando su bienestar. Las políticas familiares han ido incorporando poco a poco este enfoque gracias a la recomendación promovida por el Consejo de Europa en el año 2006 sobre Políticas de Apoyo al Ejercicio Positivo de la Parentalidad. En ella se hacía especial hincapié a la necesidad de que los Estados miembros mejoraran el apoyo a los progenitores y a la infancia”.
¿Qué diferencias se encuentran entre los menores que viven en un ambiente sin violencia y aquellos que no disfrutan de esas condiciones? «Crecer en un ambiente de violencia puede tener graves consecuencias a corto y largo plazo. Algunas de las consecuencias más significativas se relacionan con problemas emocionales, cognitivos o del comportamiento, fracaso escolar, problemas neurobiológicos o de salud mental. El simple hecho de ser espectador de esa violencia también se relaciona con graves consecuencias en diferentes ámbitos. Además, debemos de tener en cuenta que la etapa de la infancia se caracteriza porque los niños están en pleno desarrollo y, por tanto, son aún más vulnerables a cualquier tipo de maltrato”.
“Es fundamental que los equipos de prevención y riesgo cuenten con recursos suficientes”
Según los datos que ofrece Save The Children, un centenar de niños han muerto en España en los últimos 5 años fruto de la violencia. ¿Cómo se debe actuar para prevenir que esto ocurra? “La prevención universal es fundamental. Es importante desarrollar medidas de sensibilización sobre la importancia de la protección a la infancia, contar con apoyos para las familias e intentar normalizar su uso. Los procesos de detección de situaciones de desprotección infantil deben ser lo más efectivos posibles, a través de evaluaciones adecuadas e integrales que no se demoren en el tiempo. Por ejemplo, es fundamental que los equipos de prevención y riesgo cuenten con recursos suficientes para poder llevar a cabo esos procesos de evaluación e intervención de forma adecuada”.
¿Cómo educamos a los padres para que no recurran a castigos físicos? “Algunos aspectos claves tienen que ver con el cambio de creencias y actitudes sobre este tipo de medidas. Conocer las consecuencias que tiene a corto y largo plazo, sustituir estas estrategias por otras que realmente sean educativas y que favorezcan la autorregulación en la infancia y la adolescencia. En definitiva, establecer estrategias alternativas que se basen en la calidez y en el establecimiento de normas y límites adecuados a cada etapa evolutiva. Es muy importante que haya un cambio a nivel social, modificar las creencias sobre qué es educar y qué deben hacer los padres, desterrar las ideas relacionadas con la efectividad del castigo físico para educar, promoviendo medidas de sensibilización y protección a la infancia. No podemos tolerar el apoyo al castigo físico en ninguna esfera”.
¿Cree que las políticas sociales de protección a la infancia realmente cumplen con su función? «Desde la aprobación en 1989 de la Convención sobre los Derechos del Niño, se han producido importantes avances en la promoción de políticas sensibles a la infancia. Progresos con respecto a la consideración de esta etapa, mayor conocimiento sobre las necesidades de los menores y organización de servicios de protección. Es necesario que sigamos promoviendo acciones en pro de su protección y de la creación y optimización de recursos y servicios que permitan alcanzar objetivos. También, es necesario promocionar políticas adaptadas a las nuevas necesidades sociales, por ejemplo, en Canarias sabemos que actualmente es urgente disminuir los niveles de riesgo de exclusión social en la infancia y en la adolescencia, tratando de romper el ciclo de desventajas”.
“La participación de la infancia es relevante e importante para el desarrollo social”
El informe de Unicef: El bienestar infantil desde el punto de vista de los niños del año 2012 tenía como uno de sus objetivos dar voz a la infancia. ¿Cómo de importante es escuchar las necesidades de los menores? “Pues el nivel de importancia es tal que es un derecho recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño. Todos deberíamos interiorizarlo. Es primordial que tengan espacios para poder expresar su opinión, especialmente en aquellas situaciones que les afectan. Si queremos que se desarrollen de forma positiva, tendremos que alentarlos a tomar partida en los asuntos que les incumben, promover la formación de un juicio propio desde la libertad de opinión y la toma de decisiones desde la responsabilidad. Nos beneficiamos todos, la participación de la infancia es relevante e importante para el desarrollo social”.
¿Cómo se puede sensibilizar a la sociedad para que tenga en cuenta la voz y opiniones de los niños? “Promoviendo escenarios, procesos y órganos de participación que sean realmente efectivos y que promuevan una participación real. Por ejemplo, teniendo en cuenta a los niños en cualquier planificación a nivel nacional, autonómico y local. En la detección de necesidades los profesionales, el personal investigador, padres y madres… son fuentes fundamentales de información, pero los menores deben tener espacios para poder manifestar qué necesitan, qué problemas detectan o qué mejoras proponen. Iniciativas como la desarrollada por UNICEF con Ciudades Amigas de la Infancia es un ejemplo muy positivo de este tipo de estrategias”.
Ha colaborado con el programa online en español Educar en Positivo. ¿Cómo beneficia el uso de internet a los familiares? “El programa Educar en Positivo es un sitio web de apoyo a la parentalidad positiva que fue desarrollado por el grupo de investigación FADE de la ULL. Es una clara evidencia de cómo la intervención familiar puede adaptarse a las nuevas realidades y necesidades sociales. Muchos padres recurren a la red para satisfacer curiosidades o cuestiones relativas a su rol y a la crianza y es importante que se ofrezcan recursos online que aporten información y formación seria procedente de fuentes adecuadas».
Como profesora de la ULL, ¿qué es lo más importante que deben recordar sus alumnos acerca de la parentalidad positiva? «El trabajo con familias requiere de perspectivas potenciadoras y no centradas en el en el déficit o limitadas por los problemas. En los últimos años se ha producido un cambio significativo en cuanto a la consideración de la evaluación e intervención familiar. Todas ellas poseen capacidades que pueden optimizarse, factores positivos que debemos tener en cuenta y que pueden servir de elemento de referencia para diseñar cualquier intervención. Por tanto es importante tener en cuenta el enfoque de la parentalidad positiva y dirigir las acciones a generar cambios en este sentido”.