Samuel Labrador es un joven director de cine tinerfeño que comenzósu carrera durante el instituto dirigiendo la primera versión de El hombre atrapado en el árbol, ganador en el Cinedfest de los premios a Mejor Cortometraje, Mejor Actor y Mejor Póster. Posteriormente, en el año 2020 consiguió repetir triplete con Dardo o Crónica de un actor a la fuga. Tras la secundaria, se formó profesionalmente en el Instituto del Cine de Canarias. Durante esta etapa destacó por trabajos como Noche de guardia, seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Lanzarote. Actualmente y tras finalizar sus estudios, se encuentra trabajando en la distribución del primer cortometraje de la emergente productora ALDA Productions, Jano.
¿Qué le llevó a interesarte en el mundo del cine y cómo inició su formación en este campo? «Fue desde muy pequeño por culpa de mis padres. Siempre me ponían clásicos de Hitchcock y del cine en general. Desde niño ya grababa mis cortos como podía: móviles, cámaras de video, de amistades o familiares… Y ya una vez que acabé bachillerato de artes escénicas, empecé a formarme profesionalmente en el Instituto del Cine de Canarias».
¿Quiénes han sido su inspiración o modelos a seguir? «No tengo una figura que yo diga, esta persona me ha formado o me ha ayudado. Sí es verdad que un director del que no me pierdo una película y que me ha influido bastante es Luca Guadagnino, que ha dirigido Call Me by Your Name, Challengers, Bones and All… Su forma de retratar a quienes protagonizan la historia, la intimidad y demás es algo que quiero aprender. Mi objetivo sería conseguir retratar esos detalles tan bien como él lo hace».
¿Cómo desarrolla las ideas para sus proyectos? ¿Sigue algún proceso creativo específico? «No sigo ningún proceso creativo específico. Siempre parto de personajes, y cómo enfrentarían estos ciertas situaciones. Pienso en qué quiero contar, sobre quienes y cómo transmitir sentimientos a través de ellos».
¿Cómo elige a su equipo habitual, como pueden ser guionistas, dirección de fotografía u otros? «Lo bueno de estudiar en una escuela de cine es que haces muchos contactos y te da pie a probar con diferentes especialistas. Siempre es importante elegir a quien tenga más capacidades y que mejor entienda cómo quieres llevar a cabo tu visión. Eso a veces pasa con alguien con quien ya has colaborado antes y muchas otras es un sujeto nuevo que comprende lo que quieres hacer y puede realizar el trabajo».
«He conseguido salir de la monotonía y apoyarme realmente en el arte»
A lo largo de su carrera, ¿cuáles han sido los mayores desafíos a los que se ha enfrentado? «Creo que el hecho de estar todos en una escuela de cine, aunque estemos a una con que queremos sacar un proyecto adelante, cada persona es un mundo. Cada quien tiene sus tiempos, su trabajo, su forma de estudiar o tomarse los estudios, por lo que al no ser una ocupación, hay que lidiar con los horarios, las vidas y el interés. Ser estudiante o estar formándose puede llegar a complicar un poco, algo que si fuera un empleo con un calendario establecido sería mucho más fácil».
¿Hay alguno de sus proyectos al que le guarde especial cariño o que le haya dado algún tipo de lección para su carrera profesional? «Lo bueno es que, como siempre hago algo mal en cada rodaje, puedo aprender de cada corto que grabo. Cariño especialmente creo que el último, Con Sangre en los Corazones, porque es la primera vez que siento de verdad que el arte o que el hacer cine me saca de monotonía y puedo apoyarme en él. Le tengo mucho afecto y respeto porque me ha servido de mucha ayuda».
¿En qué está trabajando actualmente y cuáles son sus planes para el futuro cercano? «Ahora estamos con en la distribución con Digital 104 de Con Sangre en los Corazones. Se está preparando todo el papeleo para poder mover el corto internacionalmente. Además, nos encontramos en el proceso de edición y montaje de un breve cortometraje de Star Wars y llevando a cabo algo relacionado con Parque Jurásico».
«Llevo varios años con este proyecto y estoy muy contento con el resultado»
¿De dónde surge la idea de Con sangre en los corazones? «Siempre había querido escribir una historia de amor muy potente. Hace unos años la persona con la que salía en el momento y yo estábamos de excursión y me di cuenta de detalles como las ropas que llevábamos, como teníamos música puesta en alto, las conversaciones que teníamos y el espíritu romántico del viaje que estábamos viviendo. Me pareció algo bastante bueno para narrar. Quise escribir una historia de dos jóvenes que tienen que echarse a andar, huir de lo que les caiga y reflejar el amor que sienten».
¿Puede adelantarnos algo de este proyecto? «Es el trabajo del que estoy más orgulloso. Se trata de la unión de todo lo que me gusta. Es muy violento e intenso, aunque al mismo tiempo íntimo y silencioso. El elenco pasa por escenas muy brutales a nivel físico, pero también destaco cosas tan simples, aunque importantes, como miradas, susurros… Toda esta combinación y el poder disponer de gente con la que llevo colaborando desde hace años, además de las nuevas incorporaciones, me ha gustado mucho. Este proyecto lleva años haciéndose y el resultado ha sido bastante reconfortante».