La Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación recibió este lunes al escritor y periodista David Jiménez, corresponsal en Asia y exdirector de El Mundo, ayer lunes, 11 de marzo, en las VI Jornadas de Innovación en el Periodismo, dirigidas por el profesor José Luis Zurita. A las 11.30 horas comenzó la ponencia El nuevo orden en los medios, donde el periodista habló sobre los retos y las oportunidades que depara el futuro de la profesión periodística. Lo que una vez fue un joven becario aburrido de ejercicios periodísticos mundanos, ahora se encontraba frente a un público que escuchaba atentamente las innumerables anécdotas de toda una vida dedicada a «la búsqueda de la verdad».
Jiménez defendió el buen uso de la inteligencia artificial haciendo un símil con la irrupción de internet y los periódicos digitales. Como gran cantidad de periodistas en su momento, él era un romántico de la pluma y un detractor de la digitalización. Sin embargo, contó que todo cambió el fatídico día de la Revolución del Azafrán en 2007. Miles de manifestantes pacifistas fueron víctimas de la violencia perpetrada por la Policía de Myanmar ante sus incrédulos ojos. Las crónicas escritas por él (en ese entonces) agudo corresponsal de guerra, llegaban a todos los rincones del Mundo y ampliaban los horizontes de sus palabras. Comprendió en ese momento que internet había llegado para quedarse.
«Somos un país donde cuesta el cambio»
El ponente reconoció los problemas que conlleva la Inteligencia Artificial consigo, como la creación de webs plagadas de bulos y repletas de noticias sensacionalistas. No obstante, precisamente por ello insistió en que «si no le sacamos partido a esta tecnología lo van a hacer los que quieren manipular la información». «Podemos abrazar lo nuevo y pelear en igualdad de condiciones», afirmó rotundamente. También se aventuró a predecir que en España llegará más tarde, pues somos un país donde cuesta el cambio. Jiménez deja en manos de la IA las noticias planas y puramente informativas, manifestando que los periódicos de hoy quieren «buenos reporteros y profesionales creativos».
«La facilidad para traducir a cientos de idiomas también es una cualidad aún sin explotar en el periodismo internacional», según Jiménez. «Limitarse a trabajar para los medios de tu mismo idioma es un error», declaró. Confía el reputado periodista en que pronto no solo los textos sino también los vídeos y los audios podrán cambiarse a distintas lenguas en cuestión de segundos. «Se abren puertas para publicar en todos los rincones del planeta», destacó.
«Los currículums se tiran a la basura»
Respecto a conseguir un trabajo en este oficio lo tiene claro: «El periodismo es una carrera de tomar la iniciativa». Es por ello que asegura que no se puede esperar simplemente a que las oportunidades caigan del cielo. Una buena historia nunca se va a quedar sin publicar. El escritor recomendó enviar vídeos, fotografías y reportajes a los medios de comunicación donde se quiera trabajar, pues «los currículums se tiran a la basura». Asimismo anima al estudiantado de Periodismo a crear sus propios proyectos y a equivocarse una y otra vez hasta «dar con la tecla». Según expuso: «La clave está en pensar en los nichos que no están cubiertos».
David Jiménez invitó a explorar otras tecnologías a la orden del día como la realidad virtual, en la que ve una oportunidad para brindar a la audiencia una experiencia inmersiva y cercana. Todo es válido siempre que se defienda la esencia de honestidad que define la profesión. Pues como dijo en su presentación: «Cuando alguien me ha dicho que no puedo hacer algo, lo he intentado».
«Periodista es aquel que busca la verdad»
La ponencia finalizó con una ronda de preguntas realizadas por el estudiantado de la Facultad. El interés del alumnado era palpable en el aire y durante más de media hora se sucedió una pregunta tras otra que en ocasiones motivaron reflexiones que terminaron de redondear las Jornadas.
Conviene rescatar algunas declaraciones de Jiménez que enriquecieron el conjunto de la exposición. «Periodista es aquel que busca la verdad», manifestó seguro un profesional que no concibe el reportero deshonesto ni el comunicador desleal a su público. «Es hora de que el periodismo vuelva a ser del pueblo y no del poder», aseguró convencido.