El Salón de Grados de la Facultad de Filosofía acogió el viernes 5 de mayo una charla presentada por la licenciada en Filosofía Eva Pagnussatt acerca de las propuestas de Vandana Shiva, filósofa india y activista en favor del ecofeminismo, que recibió el Premio Nobel Alternativo en 1993. También se explicaron las bases de la economía del sustento según esta escritora.
Pagnussatt comenzó explicando que Shiva destaca tres principios del ecofeminismo: que la tierra es un ser vivo y sustento de toda la vida; que la naturaleza y la mujer han sido sometidas bajo el dominio del patriarcado siendo necesaria la liberación de las mismas para ser reconocidas como protagonistas de un nuevo modelo de sociedad; y el respeto por todos los seres vivos.
“Las mujeres del tercer mundo se suelen visibilizar como víctimas del patriarcado. Esta filósofa le da un giro y las convierte en parte de la solución, en sujetos políticos activos”, añadió. La ponente afirmó también que «el feminismo que no es ecologista es una reproducción del patriarcado».
Entre los ejes filosóficos de Shiva se encuentran el poder de la mujer, la subsistencia y la justicia social unida a la ambiental. Una característica fundamental de la pensadora es la lucha constante desde la no violencia. Entre sus logros destaca la paralización de la patente contra el trigo.
«La satisfacción de las necesidades requiere la protección de la naturaleza como fuente de sustento»
La filósofa defendía la economía del sustento, que consiste en sustituir la productividad del capital como vía de obtención de beneficios por la reproducción y creatividad de la naturaleza como fuente primordial de riqueza. Es decir, «un modelo que se centre en las personas y no en los beneficios».
El objetivo es establecer una distribución justa y equitativa de la riqueza y restaurar el derecho de las comunidades sobre sus territorios, recursos y decisiones productivas. La ponente resaltó que el problema ecológico es un problema de justicia y que «la satisfacción de las necesidades requiere la protección de esta como fuente de sustento».
“La economía de mercado vende lo que produce y compra lo que necesita y esto es horrible, porque se compra a los países ricos y a los del sur se les especializa en una producción secundaria, por tanto deben comprar lo que consumen. No pueden cubrir sus necesidades porque venden todo. Es terrible y una injusticia social”, concluyó Pagnussatt.