‘La bella y la bestia’ vuelve a enamorar

Opinión

No es ningún secreto que Disney está reciclando sus grandes clásicos y adaptándolos a la gran pantalla con personajes de carne y hueso. Ya pasó en 2015 con La Cenicienta y con El libro de la Selva en 2016.  Este año el gigante de la animación se ha propuesto traer La bella y la bestia, renovando así la versión de dibujos animados de 1991. La nueva apuesta cuenta la historia de una forma menos inocente que su antecesora, y se adapta perfectamente a los cambios que ha experimentado la sociedad en los últimos veinte años.

Sin ninguna duda, la elección de Emma Watson en el papel de Bella fue un acierto tremendo por parte de la compañía del ratón. A pesar de que era su primer trabajo para el ente, supo  bordar el papel perfectamente. Daba la sensación de que el personaje animado estuviera inspirado en Watson, cuando en realidad era al contrario. La actriz supo calcar hasta el más mínimo detalle tanto en su aspecto físico como en su personalidad. Aunque en la película vemos su faceta de cantante, algo a lo que no está acostumbrada, no decepciona.

El personaje le queda como anillo al dedo ya que ambas son dos mujeres luchadoras, inconformistas y muy inteligentes. La delicadeza y elegancia de Emma Watson ha conseguido darle mayor realismo y verosimilitud al filme. Desde que en 2011 se despidiera de su papel de Hermione Granger, en la conocidísima saga de Harry Potter, no ha parado de recibir ofertas de trabajo. De hecho estuvo a punto de interpretar a Mia en la exitosa película La, la, land, papel que acabó ganando Emma Stone.

Además de su protagonista, la producción cuenta con un elenco de prestigio. Entre ellos tenemos a Ewan McGregor (Lumière), Ian McKellen (Ding Dong), Emma Thompson (Señora Potts), Dan Stevens (Bestia/Principe Adam), Luke Evans (Gastón) y Josh Gad (Le Fou).

Una película vieja pero nueva


Esta producción tiene muchos puntos a su favor y muchas novedades. Una de las más significativas es la inclusión de nuevos personajes además de algunos de color, algo que no habíamos visto en la cinta original, ya que anteriormente todos los personajes eran blancos. También es destacable mencionar la inclusión del primer personaje homosexual en un largometraje de Disney. Este último hecho ha provocado que en países como Rusia se aumente la calificación por edad a mayores de 16 años e, incluso, la prohibición de la proyección en otros países.

Todos estos hechos hacen que la nueva variante se adapte perfectamente al canon de sociedad que tenemos hoy en día. Además, el añadido de nuevas escenas y nuevas canciones hacen que veamos a los personajes de una manera diferente y conozcamos más acerca de sus historias personales. Por poner un ejemplo, aparece una subtrama relacionada con la madre de Bella. Estos novedosos elementos enriquecen de manera notable la cinta y por eso creo que es más completa que la versión animada. Aporta algo nuevo, pero manteniendo su línea original.

En lo que a la música se refiere la cinta no ha perdido su calidad. Sigue llenándonos de emoción y transmitiéndonos los mismos sentimientos que la primera vez. Y si a esto le añadimos las canciones nuevas, podemos afirmar que la música sigue siendo el plato fuerte 26 años más tarde.

El mítico baile y la inolvidable cena


Las secuencias referentes al mítico baile entre Bella y Bestia, o la inolvidable cena de Bella en el comedor, están recreadas de una forma muy sutil y cuidada. Bill Condon ha sabido plasmar la esencia de las dos escenas más recordadas por el público, logrando que casi no distingamos la versión animada de la real.

Tanto el vestuario como la reconstrucción de los escenarios se adaptan con total armonía a la época en la que está ambientada la historia y, por ende, a la historia original. Los recursos que se usan para ambientar cada cuadro son espectaculares, al igual que en la animación. La perfección de la utilización en el  juego de colores que se muestran es otro punto más que engrandece esta versión. Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle.

En resumen, esta nueva adaptación va a aumentar las expectativas de los espectadores. Y si creciste con la versión animada probablemente se te caiga alguna lágrima al ver a los personajes originales volviendo a cantar las piezas que hicieron grande esta cinta. Es una película muy recomendable y que agradará tanto a niños como a mayores. No tiene nada que envidiar al clásico de 1991, sino que lo mejora. Por mi parte se lleva un 8 bien merecido.

Estudiante de Periodismo en la sección de Ciencias de la Información de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y de la Comunicación de la ULL. Amante de la cultura y el saber. Siento curiosidad por la historia, el cine y el mundo audiovisual en general. También colaboro en Le Miau Noir y en Time Just.

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