«Desde que te pica el veneno del teatro, ya no hay antídoto que valga»

Cultura / Ocio

Profetas de Mueble Bar nace en la isla de Gran Canaria gracias a la unión de un grupo de amigos. Juan Ramón Pérez, Fernando Navas y Carmelo Alcántara decidieron un día dedicarse al teatro de manera profesional para vivir de lo que se había convertido en algo más que una afición. Porque, cuando el arte llega a tu vida, lo hace para quedarse. Así, desde 1980, la agrupación se ha convertido en una referencia para este oficio. Juan Ramón Pérez, uno de sus fundadores, recuerda perfectamente los inicios y primeros momentos con sus compañeros.

Además, el próximo 28 de abril, la compañía estará en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna con Corredera, un texto de Miguel Ángel Martínez que, en los últimos años, ha ganado diversos premios. Se trata de la historia de Juan García Suárez de Corredera, quien se convirtió en un mito de la lucha antifranquista. «Es un relato muy canario, local, y a la vez universal, pues en todos los rincones del planeta hay gente que lucha contra la opresión», destaca. Los integrantes de esta compañía han elegido esta historia porque llega a la gente: «La guerra está a tres horas de avión, no está tan lejos». Por ello, ven necesario poner el foco sobre esta realidad que, a día de hoy, sigue afectando a muchas personas.

El origen de un grupo de teatro diferente


Su historia comienza cuando una profesora de Filosofía les plantea hacer una lectura dramatizada del libro Juan Salvador Gaviota, una novela de superación personal que, en aquella época, fue un best seller. «Ahí nos picó el veneno del teatro, y desde que lo hace ya no hay antídoto». En este grupo inicial eran tres: Juan Ramón Pérez, Fernando Navas y Carmelo Alcántara.

«Tras 5 años de trayectoria amateur, en 1980 decidimos dar el salto al teatro profesional, que no fue otra cosa que vivir de ello». Este grupo de amigos, que anteriormente se llamaban a sí mismos Poll Nud, decide cambiarse el nombre a Profetas de Mueble BarAl ser un mueble bar un lugar donde se guardan las bebidas alcohólicas y que, a su vez, estaba cubierto de espejos, lo relacionan con Baco, el dios del vino y del teatro. «Además, nosotros somos profetas del teatro y el juego de cristales lo relacionamos con que somos una proyección de lo que está pasando en nuestra sociedad, la representación de la condición humana: cómo somos, qué creemos, con qué soñamos…», aseguran.

Profetas de Mueble Bar en una función de ‘Corredera’. Foto cedida por Juan Ramón Pérez

Juan Ramón Pérez confiesa que tenían un estatuto muy estricto. Los ensayos son indispensables para ellos: «Al principio si faltabas a tres, eras expulsado del grupo». Para él, la clave de permanecer juntos tantos años es el núcleo familiar que han creado. Además, siempre existió la intención de estar unidos. Tienen objetivos comunes y siempre se han respetado los unos a los otros. «Hemos trabajado con otras compañías, en cine y todo relacionado siempre con el arte de la interpretación. Nos damos libertad en ese aspecto», afirman.

Un estilo libre en sus producciones


Sus primeras representaciones con público fueron todo un éxito. A su lado trabajaba Juan de La Cruz. Era un teatro nuevo, distinto, que conectó con la gente: «Las personas seguían las obras y se identificaban, cosa que nos sigue pasando». Desde entonces, siempre han tenido presente que el mundo de las artes es comunicativo, por lo que han creado una conexión para llegar a los individuos.

Por otro lado, destaca la libertad con la que suelen trabajar en esta compañía. No obstante, suelen trabajar muchas veces con el humor, gracias a que este permite una reacción en los espectadores. Profetas de Mueble Bar se mueve tanto en teatro contemporáneo como en teatro clásico. «Tenemos una personalidad muy ecléctica», comenta Ramón Pérez. Muchas veces se mueven por la intuición y por textos que llegan de pronto a sus manos. También, si tienen una idea que quieren comunicar, buscan escritos que coincidan con lo que piensan.

«El teatro se debe disfrutar desde que naces hasta que te toque irte»


No solo se dedican a llevar obras por diferentes escenarios. Hace poco iniciaron su Factoría de Intérpretes, donde realizan talleres por diferentes sitios de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Estos están dirigidos a gente no profesional, aunque algunos expertos suelen acudir para así compartir sus conocimientos. Además, también hacen funciones orientadas a la infancia. Los miembros del grupo creen que «el teatro se debe disfrutar desde que naces hasta que te toque irte».

El objetivo principal de estos talleres es mejorar las aptitudes artísticas de la población: «Todos tenemos la capacidad de imaginar y de simbolizar nuestro alrededor». Por otro lado, en estas clases  de interpretación el alumno vive toda la experiencia actoral: desde la primera lectura de un texto hasta la representación ante un público.

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