La profesional cuenta con experiencia en casos de violencia de genero. Foto: L. M. Díaz

Yésica Felipe: «La base para erradicar la discriminación está en la educación»

Sociedad

Yésica Felipe Simón, es trabajadora social en la Asociación LGBTI* Diversas Canarias. Cuenta con experiencia en trabajo con jóvenes, menores y mujeres víctimas de violencia de género. La profesional forma parte del equipo técnico de la asociación desde hace un tiempo y participa tanto directa como indirectamente en todos los proyectos y servicios que ofrece la entidad, especialmente en el proyecto Asterisco, un servicio de acompañamiento psicológico para las personas de la comunidad y sus familias.

¿Cómo nace Diversas? «Es una asociación LGBTI* que nace hace aproximadamente siete años. Empezó siendo una asociación de jóvenes del colectivo que hacían actividades de ocio y sociabilización. A medida que fue creciendo, se dieron cuenta de que las personas LGBTI* que participaban necesitaban de un recurso con profesionales con especialización que dieran respuesta a sus necesidades. Por ello, la línea de actuación, no solo se centró en realizar talleres de sensibilización en los institutos de la zona norte de la Isla, sino también en crear proyectos sociales que dieran respuesta a esas necesidades».

¿Por qué decidieron expandirse a toda la Isla? «Al inicio la zona de actuación era el norte de Tenerife, porque ya existía otra entidad en la zona metropolitana, Algarabía. Con quienes nos coordinábamos para gestionar los casos. Pero, desafortunadamente, esta entidad cesó definitivamente su actividad el año pasado. Por lo que, en la actualidad, el ámbito de actuación de Diversas es todo el Archipiélago, siempre teniendo presente que hay otras asociaciones y/o entidades e intentando trabajar en red con ellas».

En la actualidad, ¿Qué proyectos ofrecen a la sociedad? «Algunos de nuestros proyectos son: el #espacioCERO; Asterisco, que es un servicio de intervención social y acompañamiento psicológico; Sex Educa, un programa de intervención educativa en diversidad para jóvenes; Libertad, Sex And Chill y SAIVDO, un servicio de atención integral a víctimas de delitos de odio y/o incidentes LGBTI*fóbicos. Mi trabajo se centra principalmente en la intervención social con las personas LGBTI* y sus familias».

El proyecto Asterisco


¿Cómo ha sido su trayectoria en el proyecto Asterisco? «Este proyecto lo llevo a cabo junto a mi compañero Adam, que es el psicólogo de la entidad. Atendemos a las personas LGBTI* y a sus familias. Acompañamos en el proceso de tránsito y salida del armario. Incluimos a las familias o parejas, siempre y cuando la persona lo decida. Nosotros entendemos que somos la herramienta que las personas usuarias utilizan para cumplir o llegar a una meta. Por ello, desarrollamos un plan de atención individual junto a la persona, en el que la situamos como centro, siendo ésta la protagonista o agente de su propio cambio y evolución».

¿De dónde surge la idea de crear este proyecto? «Asterisco es un proyecto que nace tras el confinamiento por COVID-19. La pandemia fue como abrir la caja de pandora para muchas personas, las cuales necesitaban atención psicológica especializada. En un inicio el proyecto solo se centraba en la atención psicológica, pero a medida que fueron aumentando el número de personas usuarias, se hizo más que evidente la necesidad de actuación en la parte social. La cuestión no solo es lo que afecta a la salud mental, hay otros aspectos en la vida de la persona, a otros niveles y en otros ámbitos, que pueden ser la causa o afectan directamente al bienestar emocional».

«La cuestión no solo es lo que afecta a la salud mental, hay otros aspectos en la vida de la persona»


¿Qué resultados han obtenido con la creación de Asterisco? «Con este proyecto también se ha creado la Red Asterisco, que supone la adhesión de ayuntamientos de la zona norte de la Isla, desde Buenavista hasta La Laguna. Para el trabajo en red, se da una mejor respuesta a las personas LGBTI*. En cada ayuntamiento se tiene una técnica de referencia para la gestión de casos, y el trabajo colaborativo, lo que favorece dar una mejor respuesta a la ciudadanía LGBTI* y crea sinergias entre profesionales».

¿Qué podrías comentar sobre lo que has aprendido en tu trayectoria en Diversas? «Me he visto en un proceso de aprendizaje enorme, porque venía de trabajar en otros ámbitos, con otros perfiles. Sobre todo con personas víctimas de violencia de género, así como con jóvenes, pero no específicamente con personas LGBTI*. El acompañar a la persona en todo el proceso de tránsito o salida del armario, ha sido un aprendizaje enorme para mí, no solo a nivel profesional, sino también personal. Es una satisfacción acompañar a las personas, conocer su historia y ver todo lo que juntas trabajamos para dar respuesta a sus necesidades, y que ésta se empodere alcanzando su meta final».

La situación del colectivo en Canarias


Siendo Canarias una de las Comunidades Autónomas más abiertas a otras culturas, a comparación de la Península, ¿El índice de agresiones al colectivo es menor? «Creo que ser víctima de un delito de odio por identidad o por orientación sexual, o de LGBTI*fobia, no es porque seas de un sitio u otro, no tiene que ver con la procedencia, ya que la gran mayoría de personas LGBTI* desgraciadamente, a lo largo de su proceso vital están expuestas a sufrir algún delito de odio. Y esto tiene que ver con la estructura social que sigue siendo patriarcal y de la que nace una cultura machista».

«El problema no solo está en la cultura machista, sino también en los discursos de odio que se siguen escuchando»


¿Se podría resumir a que todo es debido a la cultura machista existente? «El problema no solo está en la cultura machista, sino también en los discursos de odio que se siguen escuchando y sobre todo, en personas que tienen el poder de la palabra. La palabra construye pensamiento, y si la sociedad ve que esos prejuicios que ya tienen, se validan en el discurso de personas que son referentes o que ocupan puestos de poder, entienden que la opresión o LGBTI*fóbia que ejercen no es violencia, no es discriminación y es lo validado y lo que es moralmente correcto. Nosotras creemos que la base para erradicar la discriminación está en la educación».

¿Cómo definen ustedes «delito de odio»? «Un delito de odio, en lo relacionado a las personas LGBTI*, implica cuando se ejerce violencia física o psicológica, hacia una persona por su expresión, identidad y/u orientación sexual. Incluye discriminación, amenazas, vejaciones, humillaciones, y se puede dar en diferentes ámbitos de su vida».

¿Qué le diría a quien está buscando ayuda y no sabe qué hacer? «Que no piense que está sola, que aunque crea que es una Isla, hay muchas alrededor, un Archipiélago enorme, donde puede sentirse acogida y segura. Que se informe y busque asociaciones o entidades, que hay recursos y profesionales que pueden ayudarle. Existe Diversas, con un equipo técnico compuesto por un médico, dos integradoras sociales, un educador social, una trabajadora social y un psicólogo, dispuestos a ayudarles y acompañarles para dar respuesta a las necesidades que presenten. Que si no tienen entornos seguros, que no tengan miedo y busquen apoyo».

El futuro de Diversas


¿Qué esperas ver en la organización dentro de 10 años y a ti misma? «Deseo que siga creciendo estando yo o no. Ya que es esencial que exista un recurso que ofrezca estos servicios para la población LGBTI*. Con respecto a mí, soy una persona de vivir y disfrutar el momento. De aprender al máximo y compartir con las personas que forman parte de mí presente. Ya que el futuro no está escrito, y por mucho que planees y creas que tienes la respuesta, siempre la vida se encarga de cambiar todas las preguntas y de ofrecerte realidades o experiencias con las que no contabas, ni imaginabas».

Existen personas que creen que ser parte del colectivo es “moda” ¿Qué opinas al respecto? «Todo supone un cambio generacional, el hecho de considerar que las realidades de las personas LGBTI* son una moda, es cumplir con una afirmación que supone un prejuicio. Por ejemplo, en la época de nuestros abuelos y abuelas, era impensable que una persona pudiera vivir abiertamente su identidad u orientación sexual, sin ser discriminadas e incluso castigadas o detenidas por ello. Había una Ley en España ‘De vagos y maleantes’, por la cual se castigó e incluso encarcelo a personas LGBTI*».

«Las personas LGBTI* hemos existido siempre, lo que ahora hay más sensibilización»


¿Consideras que muchos de los actos contra el colectivo vienen de una no visibilidad histórica? «Para las personas que vivieron en las etapas de opresión y de no visibilidad, al llegar a las décadas en las que empieza a haber más libertad, les supuso un escándalo y una moda. Al igual, que en la actualidad, a las personas que crecen con una educación más conservadora e influenciada por todos los prejuicios hacia las personas LGBTI*, también les supone una moda. Pero, las personas LGBTI* hemos existido siempre, lo que ahora hay más sensibilización, más información, más recursos, más espacios seguros, y por ello, hay más visibilidad».

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