La conferencia La disidencia sexual romaní: la realidad definida por el otro se celebró ayer jueves,12 de abril, a las 16.30 horas en el Salón de Grados del Módulo A de la Facultad de Educación. La charla formó parte del curso Realidades y discursos. Voces gitanas de hoy. Asimismo, fue impartida por Iñaki Vásquez Arencón, activista gitano y LGTBIQ, quien intentó romper los estereotipos que se poseen hacia la etnia calé, sobre todo en el ámbito de la identidad sexual. Igualmente quiso recalcar que las personas sean lo que sean, primero, son seres humanos.
“Vivimos en un heteropatriarcado que los romaníes no hemos generado”, remarcó el disertador. Además, explicó que el ser humano es un ser complejo, en el confluyen traumas, fantasías, deseos… Entonces, «su conjunto de actividades y comportamientos relacionados con el placer carnal, igual de complicado, es necesario e importante para canalizar todas esas emociones y sensaciones que tienen las personas, incluida la comunidad gitana», indicó.
No obstante, según el ponente, hay una clara duplicidad: eres hombre o eres mujer, eres hetero u homosexual. “La dualidad es el sistema represor de la sexualidad humana”, aseguró el orador. Sin embargo, para él, los movimientos sociales que luchan contra ella no han contemplado a la etnia cañí hasta el punto en el que se sienten invisibles.
“De manera intencionada preguntamos a un niño por su novia y a una niña si tiene novio”
“La terminología LGTBIQ desde mi punto de vista es una terminología que viene de una afección médico represiva”, expuso Vásquez. Como ejemplo, usó el concepto homosexual que los doctores inventan para definir la supuesta enfermedad que padece la persona que mantiene relaciones con personas de su mismo sexo. Además, señaló que hablar de disidencia sexual tiene sentido y es mucho más potente, porque parte de la percepción de la intención que posee alguien por su opción de género o preferencia. De esta forma, va contra la normatividad establecida.
El militante afirmó que en lo normal hay una relación de poder que hace que mucha gente sufra y tenga una vida indigna. Asimismo, mencionó que «lo que llamamos normalidad expulsa a aquel que no responde ante ella hacia un universo desconocido». En este sentido, enunció que «no vaya a ser que a través de la sexualidad alcancemos grados de libertad diferentes en los que cuestionemos la normalidad para generar normalidades individuales”. Esto implica que la normalidad es lo que alguien hace habitualmente pero no es igual que la de otro individuo.
El conferenciante añadió que lo normal es poner la heterosexualidad en el centro del sistema de relaciones y cualquier cosa que salga de ahí no lo es. “De manera intencionada preguntamos a un niño por su novia y a una niña si tiene novio”, dijo el activista. Del mismo modo, aseguró que no se considera la presión que supone para los infantes ese tipo de pregunta. Explicó que la cuestión se realiza porque los adultos viven en el privilegio del poder de hacerle ver a los chiquillos que se conservan expectativas de que sea de un determinado modo sin tener en cuenta lo que ellos quieren.
«Necesitan que seamos de un solo perfil monolítico, flamencos, vagos, sucios, conservadores»
Según Vásquez, a nadie se le ocurriría decir que los canarios, españoles o mujeres son de determinada forma. De modo que los cíngaros tampoco lo son. Por el contrario, la comunidad calé es diversa. “Hay gitanos de derechas, izquierdas, nacionalistas”, sentenció. Adicionalmente, señaló la variedad religiosa con la que cuenta la raza gitana, puesto que en España la mayoría son evangelistas y ,en la realidad de este pueblo, la mayoría son musulmanes.
También, apuntó que existe diversidad de opciones sexuales, clases sociales y gustos culturales. “A la mayoría nos mueve el flamenco, pero también están a los que les gusta el rap, el jazz o son disc-jockeys de música electrónica”. Sin embargo, el antigitanismo se encarga de hacer ver que todos son iguales, a lo que el ponente dijo: “necesitan que seamos de un solo perfil monolítico, flamencos, vagos, sucios, conservadores”.
“Si proyecto que una minoría es de una sola manera es más fácil vencerle»
Así, el activista comentó que, en cierta medida, la identidad blanca se construye a través de la negación de lo diferente. “Si proyecto que una minoría es de una sola manera es más fácil vencerle. Lo caricaturizo y hago que esa forma de ser sea lo que yo no quiero ser”, argumentó Vásquez.
«Quien quiera frenar nuestra diversidad nos está atacando como sujeto político para negar nuestra capacidad de cambio, evolución y adaptación a los tiempos”. Según su visión, en España ha cambiado todo el mundo su percepción sobre la homosexualidad, pero no se acepta que la percepción de la sexualidad gitana cambia al igual que la del resto de la sociedad.