Marina y Teresa Iñesta son hermanas nacidas en Cantabria. Conforman un dúo de grunge pop-nacional y de rock alternativo llamado Repion. Tienen un directo potente y enérgico. Además, cada una tiene su trayectoria propia. Maria es vocalista y guitarrista en la banda de Mikel Erentxun. Teresa es la cantante y guitarrista del grupo Aiko, y batería de la banda Yawners. En los últimos meses han colaborado en grabaciones y directos de artistas como Xoel López, Nat Simons, Jimena Amarillo o Cala Vento.
¿En qué momento decidieron trabajar juntas? «Desde pequeñas empezamos. Enseguida nos acostumbramos a trabajar juntas. Los proyectos que tenemos aparte nacieron más tarde. Nos llevamos muy bien, así que no ha sido difícil. Es verdad que hay veces que tenemos pequeñas disputas, pero fruto de la confianza».
¿Cómo se organizan para trabajar? «Cuando vivíamos juntas era más fácil porque si a una se le ocurría algo, iba al cuarto de la otra y lo compartía. Pero ahora mismo, cada una escribe cosas por su cuenta, textos o frases, y las comparte con la otra. Ya sea por nota de audio o por WhatsApp. Quedamos para ensayar todas las semanas y ya ahí ponemos en común las ideas. Normalmente, siempre la primera toma de contacto es un WhatsApp, una nota de voz. Si a la otra le gusta, ya luego la tocamos en los ensayos y terminamos de montar la canción entre las dos».
«La música es un trabajo al que hay que dedicarle mucho tiempo y energía»
¿De dónde viene el nombre Repion? «Significa peonza en castúo y es el dialecto extremeño. Nuestro padre es de allí, de Badajoz. En casa de nuestra abuela estábamos mirando y buscando en un diccionario de castúo castellano, y encontramos esa palabra. Cuando se inició la banda, buscábamos una palabra así: corta y concisa. Nos gustó porque tiene relación con nuestra familia».
¿Ha habido algún punto en el que se hayan planteado dejar la música? «La música es un trabajo al que hay que dedicarle mucho tiempo y energía. Siempre lo hemos compatibilizado con el trabajo, los estudios. Hemos tenido momentos de mucho estrés. En ese momento, te pones a discutir, lloras, pero al final se nos pasa y nunca lo hemos planteado en serio. Lo que tenemos lo llevamos cuidando desde hace muchos años. No queremos dejarlo nunca. Queremos apostar más por la música. Estamos muy contentas. Hemos tirado por el camino difícil, pero porque creemos que se está dando bien».
¿Quién o quiénes son su colaboración soñada? «Siempre hemos querido colaborar con Eva Amaral porque somos muy fans de ella. Nos gustan tantísimos grupos y tan variados. Creemos que aspiramos a cosas más realistas, nunca nos hemos planteado colaborar con artistas imposibles. Con Eva Amaral si que alguna vez lo hemos intentado, algún día en el futuro quizás a lo mejor sale».
¿Cómo surge la idea de crear un álbum? ¿Parten de una idea o componen las canciones desde cero enfocadas en un disco? «Nunca ha sido de decir venga vamos a ponernos a hacer un álbum. Nosotras siempre estamos haciendo canciones y las vamos guardando. A veces coincide en que esas canciones están en un momento muy concreto y en un periodo de tiempo muy definido y piensas que pueden tener todas una relación. Ahí es cuando te planteas que pueden formar parte de un disco. En nuestro caso, llevábamos tantas canciones que creíamos que ya era hora de formar un álbum. Tampoco nos hemos podido permitir irnos un mes de retiro a componer porque esa no es la vida que hemos tenido. Siempre ha sido poco a poco y sobre la marcha. Al final, una vez tienes las canciones seleccionas cuáles son las que más te gustan y haces el disco. Ha sido muy natural todo siempre».
«En nuestro primer concierto cantamos versiones porque no teníamos repertorio suficiente»
De todas las canciones que han escrito, ¿hay alguna con la que estaban inseguras a la hora de sacarla y ha tenido muy buen recibimiento? «Monstruos de río, por ejemplo, es del último álbum. Es una canción que llevaba muchos años compuesta y no nos atrevíamos a sacarla. Cuando creas un disco quieres mostrar las canciones que te gustan y aunque sean una rareza, merecen la pena que estén dentro del trabajo. Nos ha costado publicarla porque el estilo es más duro. Es la que llevaba más tiempo compuesta».
¿Creen que es necesario mudarse a Madrid para tener éxito en la música? «Con las redes sociales diríamos que no. Puedes estar en el pueblo más recóndito de España y puedes conseguir llegar a mucha gente sin moverte de casa y grabando música en tu habitación. Aunque es verdad que para muchas cosas como hacer promoción, entrevistas, radio y tele, pues está todo centralizado en Madrid. No ha sido garantía de nuestro éxito mudarnos a la capital, pero sí nos ha facilitado las cosas para empezar a poder tocar más. Aunque, no creemos que esté ligado vivir en Madrid con tener éxito».
¿Recuerdan cómo fue el primer bolo que hicieron? «Estábamos muy nerviosas. No teníamos repertorio suficiente para tocar una hora de concierto, por lo que hacíamos versiones. Lo recordamos con un poco de estrés porque no deja de ser mucha responsabilidad. Aún así, fue muy emocionante. Fue en un bar de Torre La Vega. A partir de ahí empezó todo. Es un momento importante en nuestra carrera y es difícil olvidarlo».
