El alumnado canario no se enorgullece de sus universidades. Foto: G. Suárez

Orgullo universitario

Opinión

Un día como cualquier otro, mantenía una conversación reveladora con el presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna, Elías Falcón. Nos preguntamos por qué la participación del alumnado en las actividades de nuestra universidad era tan baja. Resultaba desconcertante que en una institución con 23 000 estudiantes, menos del veinte por ciento se involucra en las propuestas académicas y culturales.

Esta reflexión me llevó a comparar la actitud de quienes estudian en la universidad canaria con la de otras comunidades. En Madrid, por ejemplo, cuando preguntas a un estudiante qué carrera está cursando suele mencionar tanto la carrera como la universidad. Sin embargo, aquí en las Islas, la respuesta suele limitarse al nombre de la carrera.

Por lo general, el sector universitario de Canarias no reconoce como privilegio estudiar en la Universidad de La Laguna o en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Entonces es ahí cuando surge esta pregunta: ¿por qué no tenemos orgullo de pertenencia? Tal vez sea porque en el Archipiélago, en la oferta pública, no tenemos más que dos opciones donde realizar nuestros estudios universitarios sin salir de él o simplemente que no consideramos que tengan valor.

«Las universidades públicas canarias deben apostar por un modelo de vida universitaria que refuerce el sentimiento de pertenencia»

Para comprender esta falta de apego universitario debemos considerar diversos factores. En primer lugar, Canarias es una región ultraperiférica, con solo dos instituciones universitarias públicas. Es verdad que nuestras instituciones difieren del modelo de universidad americana, que tanto vemos en las películas. Además, cada vez es menos el tiempo que el estudiantado pasa en el campus, como si evitaran el lugar.

Parece que no vale con ser la mejor universidad de España en materia de Física (ULL) o estar entre las diez mejores en materia de Ciencias de la Tierra (ULPGC), según el portal de información científica Research.com, o que nuestras universidades colaboren en proyectos pioneros a nivel mundial, como el proyecto CanBio.

En mi opinión, la respuesta a esta situación es sencilla. Las universidades públicas de Canarias deben apostar por un modelo de vida universitaria que refuerce el sentimiento de pertenencia, un sistema renovado que cree espacios para el disfrute del alumnado y haga que sientan estas instituciones como su hogar.

Estudiante apasionado de periodismo con trayectoria como representante estudiantil en la Universidad de La Laguna. Propietario de una empresa especializada en la gestión de RAEE en Canarias. Mi combinación única de roles académicos, activismo estudiantil y liderazgo empresarial destaca mi versatilidad y dedicación a contribuir de manera significativa en diferentes ámbitos.

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