La semana de la Moda de Nueva York (NYFW) de septiembre da el pistoletazo de salida al año de la moda 2025. Esta edición tuvo lugar desde el pasado viernes, 6 de septiembre, hasta el miércoles 11 en la ciudad norteamericana. Croché, tul, lentejuelas y colores como el amarillo chillón y los tonos oscuros fueron los protagonistas y serán tendencia la próxima primavera-verano. De la mano de marcas como Christian Siriano, Carolina Herrera, Ralph Lauren, Off White o Michael Kors se disfrutó de seis días de alta costura en distintas localidades de la ciudad.
El croché va a ser uno de los materiales estrella del próximo año, junto con las transparencias, fue el material protagonista del desfile de Aknavs. El diseñador integró una paleta de colores pastel y rojos, en contraste con el oscuro cuento de hadas al que nos transportó Christian Siriano, que ayudándose de tul, lentejuelas y de colores opacos creó una fantasía que rozaba lo gótico.
Siguiendo su línea de elegancia y sobriedad, Ralph Lauren abrió la semana de la Moda con su desfile en Bridgehampton, los Hamptons. En un ambiente idílico acompañado de caballos blancos. Protagonizado por las tonalidades chillonas del naranja, amarillo, verde y azul que decoraban las clásicas blazers, jerséis y gorras de la marca.
Carolina Herrera propuso un esquema de colores protagonizado por el negro y el blanco, pero con toques de rosa, rojo y amarillo. Al igual que una silueta elegante y sensual decorada con elementos voluminosos. Flores, hombros con volumen y mangas anchas que recuerdan a la época ochentera de la propia marca. En sus piezas destacaron los lunares, los mismos que llevaba Anna Wintour, jefa de redacción de Vogue, mientras disfrutaba del desfile de Off White. ¿Significa esto que vuelve este estampado? Pues sí. Al igual que está de vuelta el street wear más deportivo, de la mano de la marca Off White.
«Michael Kors plantea tonalidades poco usuales en la moda primaveral»
Michael Kors decidió jugar con las paletas de colores, usando negro, marrón y azul oscuro, tonalidades poco usuales en la moda primaveral. El diseñador unió la moda de los años 90 y los 50 para crear una propuesta basada en el romanticismo mediterráneo. Como indicó Kors, su objetivo es homenajear a la artesanía y el arte italiano que él mismo lleva usando treinta y cinco años.
Stuart Vevers, el director creativo de Coach eligió una mezcla entre la simpleza y la vuelta a los básicos. Usó tela vaquera, camisas de algodón y cuero. Algunas piezas estaban deshilachadas y terminadas con costuras roídas. Otras estaban cuidadosamente arrugadas, cada doblez había sido ideada con cuidado, al igual que con algunas prendas del desfile de Campillo.
Los pantalones vaqueros anchos y relajados de Alaïa por Mulier impregnaban el ambiente con una sensación de tranquilidad contraria al día a día en La Gran Manzana. En muchos modelos se podía ver el juego del diseñador con la compensación de tamaños: tops pequeños y fruncidos al torso, emparejados con la holgura de las faldas primaverales y los pantalones casi bombachos. Además de vestidos lisos y con una silueta recta en contraste con otros de tul voluptuosos e hinchados. Cos sus diseños, Mulier quiso crear una amalgama de simpleza y movimiento, y hacer un guiño al Guggengheim, lugar donde se llevó a cabo el desfile.
