Cada vez queda menos para que llegue septiembre y con él la vuelta a la rutina de trabajo y clases, situación que provoca estrés entre las personas. Este estado de cansancio mental tiene efectos negativos sobre el cuerpo y, si se lleva un estilo de vida fitness con unos objetivos físicos específicos, puede ser un gran saboteador. Puedes comer de la forma más correcta posible en función a una rutina perfectamente diseñada para ti y tus metas, que si no descansas lo suficiente y te sometes continuamente a altos niveles de ansiedad, no verás resultados.
El estrés es un estado de alarma que adopta el cuerpo al verse amenazado por algún agente externo, ya sea físico o mental. Para poder sobrevivir ante esto, se producen una serie de cambios del sistema nervioso y hormonal como mecanismo de defensa y protección. Normalmente, estas variaciones nos dan el empuje necesario para realizar un trabajo de forma positiva, como superar algún disgusto afectivo, en los períodos de exámenes, encargos de trabajo… Sin embargo, si la situación se torna incontrolable y se convierte en algo crónico, puede derivar a estados de ansiedad y depresión.
Mal humor y baja energía
A nivel hormonal, el hipotálamo se activa junto con diferentes glándulas y se segregan grandes cantidades de cortisol. Cuando esto ocurre, los niveles de serotonina bajan y es cuando llega el mal humor y la baja energía. Si vivimos en un estrés constante, los niveles de cortisol siempre están elevados y la sensibilidad a la insulina disminuye, por lo que el cuerpo tolera menos los carbohidratos. A consecuencia de esto, la retención de líquidos es mayor así como la acumulación de grasa y el desarrollo muscular se ve interrumpido. Es cierto que la respuesta es diferente en cada cuerpo porque algunas personas tienden a engordar y otras a adelgazar, pero en cualquier caso el efecto nunca es positivo.
Para que la vuelta a la realidad no afecte a tu salud ni a tus objetivos físicos después del verano, los siguientes tips son los mejores para lidiar con estrés:
- Duerme al menos 6 horas para que los músculos puedan recuperarse y tu mente descanse. Alcanzar el sueño profundo es fundamental para que el cuerpo complete una serie de funciones vitales, entre ellas, la regeneración de las fibras musculares después de una sesión intensa de entrenamiento. Sí, la cama también es tu gimnasio.
- Reserva un momento del día exclusivamente para ti, dejar la mente en blanco para poder evadirte de todo lo demás y meditar. El yoga puede ayudarte ya que incluye numerosos ejercicios de respiración que conectan la mente y el cuerpo.
- Comer lo más natural posible con alimentos ricos en macronutrientes de calidad, minerales esenciales y vitaminas siempre ayudará que tu metabolismo esté activo. No ingieras lo primero que encuentres, organízate y ten comidas sanas preparadas en la nevera para que no caigas en malas opciones de alimentos procesados, altos en grasas saturadas, azúcares y aditivos químicos. Disminuir el consumo de café, té verde y bebidas energéticas siempre es la mejor opción cuando los niveles de estrés son muy altos.
- Está demostrado que reírse a carcajadas libera tensiones y alivia la ansiedad, así que permítete ver películas o leer libros de comedia. Esto ayudará a que tengas una mente más positiva y ágil.
- Dejar de hacer ejercicio no es la solución, simplemente ajusta tu entrenamiento a tus horarios. Aunque sea media hora de ejercicio físico intenso es necesario para liberar niveles de estrés y regular tu ambiente hormonal.