La lluvia empezó a caer en La Laguna y el público esperaba con ansias el inicio del concierto. Luces de colores iluminaban las caras de familias, parejas y amistades que con copas en mano y una sonrisa se preparaban para recibir, por primera vez, a Mercedes Cañas en el Búho Club el pasado viernes, 10 de febrero. Al apagarse la música de ambiente, a las 20.15 horas de la noche, una ola de aplausos inundó la sala.
Cañas salió de una pequeña puerta al lado del escenario y cogió su guitarra. Sombra de metal, acompañada de coros del público y una sonrisa de la cantante, abrió el primer concierto de la gira Rayo de luz, que se extenderá por distintas ciudades de España cruzando la frontera hasta Lisboa.
Comparándose con Rapunzel, debido a la altura del escenario, la cantante se presentó y sonriente agradeció a los asistentes por ayudarla a cumplir sus sueños. Además, explicó que sus canciones tienen historias que a ella le gusta compartir. Así, hablando de su amor de la playa, empezó a cantar Veintes de julio y posteriormente Barquito de nuez. Sobre esta segunda canción dijo que «cada vez que la canto es como si fuese nueva». Tanto le gustó que la finalizó a capela al ritmo de unas palmas que, pronto, se convirtieron en aplausos.
Destellos del nuevo disco
«La próxima vez que venga será con disco y banda», expresó Mercedes Cañas, quien se encuentra preparando su próximo álbum. De esta manera, múltiples canciones «secretas» estuvieron presentes a lo largo de la noche, tales como: No tan lejos, No me conoces o Ya no eres el mismo, que será su siguiente single y cantó como adelanto en exclusiva. Aún así, la velada también estuvo repleta de las favoritas del público, que a todo pulmón la acompañaron al cantar: Tirando a lila; Añil; Ángel malo y Aguamarina, que será la primera canción de su próximo disco.
«¿Quién ha sentido eso de necesitar a alguien como la luna al cielo o Como diciembre a enero?», preguntó la artista para presentar su último single. Cantando sin micrófono, a medida que bajaba del escenario, Mercedes Cañas nos conmovió con un momento íntimo que empapó por completo la sala con ayuda de los coros de aquellos que vinieron a verla.
«Gracias a esto puedo imaginarme vivir de la música»
Tras consultar con el mood del público para saber si querían seguir cantando o escuchar otra canción secreta, estos pidieron más canciones nuevas. Así, Cañas compartió con el Búho Club una pieza que está en proceso y que sigue sin título. Una subida de tono al inicio mostró la novedad de la canción y provocó una cercanía que nos hizo sentir parte del proceso de creación: «Esto ha pasado en Tenerife y sólo pasará en Tenerife».
Intentó despedirse, pero el público le pidió más. «Os quiero mucho de verdad», apuntó y, acto seguido, comenzó a cantar una de sus canciones favoritas del próximo disco, aún sin título, seguida de Ni un día más, logrando crear un ambiente de nostalgia por el cierre del concierto. «Habéis dejado el listón muy alto», afirmó con una sonrisa la cantante refiriéndose a la calidez ofrecida por la audiencia, para finalizar su primer concierto en las Islas Afortunadas, tan afortunadas como lo fuimos quienes estuvimos presentes esa noche en La Laguna.
