El Salón Internacional del Cómic de Santa Cruz de Tenerife da hoy el pistoletazo de salida a su décimo sexta edición, que se extenderá hasta el próximo domingo en el Centro de Arte La Recova. Esta iniciativa, que busca reivindicar el tebeo y la ilustración como elementos culturales, es impulsada por la Fundación Cine + Cómics con el apoyo del Ayuntamiento tinerfeño. Lucas Morales Domínguez es el director de esta entidad y uno de los principales organizadores del evento.
¿Qué expectativas tiene sobre esta edición? «El año pasado conseguimos más de 9 000 visitantes. En esta ocasión, tenemos la intención de volver a alcanzar esa cifra como mínimo. Hay que tener en cuenta que, aunque a veces existe un complejo de insularidad, esta es una de las ferias de referencia dentro de España. Esto se debe a que es una de las que más ediciones consta, a pesar de que entre la décimo cuarta y décimo quinta hubo un parón de doce años por problemas de financiación. Pero en 2018 regresamos con este gran éxito, que en parte se debe a que intentamos conservar las actitudes de los salones más antiguos, como es la cercanía entre los lectores, los dibujantes y sobre todo el aspecto cultural».
¿Qué novedades presenta respecto a los anteriores eventos? «En principio, el año pasado teníamos nueve exposiciones y este veinte. Por otro lado, existen actividades con artistas internacionales y muy innovadoras. Una que destaco es el Encuentro con editores, que tendrá lugar el sábado a las 16.00 horas. Allí las personas que quieran dedicarse al mundo de las historietas podrán gozar de un asesoramiento desde quienes ya trabajan dentro de la ilustración. Es por esto por lo que hemos querido reunir a tres editores de lujo: Julián Clemente, El Torres y Ricardo Esteban. Con estos profesionales abrimos la puerta a que los visitantes puedan ser asesorados e incluso, establecer relaciones laborales».
Una iniciativa que atrae a todo tipo de público
¿El Salón está pensado para los aficionados o puede acudir cualquiera? «Se realiza para todo el mundo. Solemos contar con tres tipos de público. Un primero especializado, que es amante del mundillo; una audiencia profesional que busca dedicarse a esto y quiere conocer a los autores de cerca para que les den consejos; y, en mayor medida, el familiar».
Teniendo esto en cuenta, podemos afirmar que se orienta hacia todas las edades. «Sí. Hay actos para toda la familia. Por ejemplo, contamos con una serie de carpas donde se realizan talleres dedicados a los más jóvenes. En ellas se promueve una oferta de ocio distinta, alejada de los videojuegos y demás pasatiempos sedentarios. Además presentamos una exposición de Micaela Konrad que no se centra en el relato animado sino en el arte en general. Y también otra basada en reproducciones de armaduras samuráis, para aquellos que se sientan atraídos por la historia japonesa».
Después de dieciséis ediciones y unas cifras indudablemente notables, ¿qué diría que tiene esta feria para cosechar tanto éxito? «Estamos en una nueva época. Esto funciona debido a que hay un importante número de personas que aman este tipo de literatura. Y también, aunque a veces nos cueste creerlo, contamos con grandes dibujantes de referencia en Canarias (Ángel Hernández, Rayco Pulido…). Como decía, la gente vive una era moderna. Se ha empezado a salir del armario con respecto al tebeo. Digo esto ya que antiguamente esta afición estaba incluso mal vista y ahora en cambio, accedemos a más información. Llevar una camisa de Superman por la calle o acudir a una cita de este tipo es normal. Esta afición se ha democratizado más, haciendo que se lean otro tipo de cosas y crezca el interés por eventos como el que presentamos».
«Se comete mucho el error de encasillar el cómic en Mortadelo y Filemón»
¿Se podría decir entonces que el universo de la novela gráfica está viviendo uno de sus mejores momentos? «Yo creo que sí. Podría ser que la fórmula se agote y la gente se canse de las películas de Marvel, pero lo que sí se ha conseguido con esta oleada es que aparezcan muchos lectores nuevos. Lectores que, cuando pase la moda del cine de superhéroes, van a seguir leyendo, haciendo que la industria crezca».
¿Cómo convencerías a alguien que no es aficionado a este tipo de actividades de que acudiese? «En principio le diría que no piense que es un evento centrado solamente en el relato gráfico. Como ya he comentado poseemos una gran oferta de opciones, que pese a que guardan relación con el tebeo, tocan otros palos. Pero ante todo, le explicaría que se comete mucho el error de encasillar el cómic en Mortadelo y Filemón. No es un género en sí mismo, sino una herramienta para contar historias. Por eso, los que no son aficionados debería darle una oportunidad. Porque al final va a acabar accediendo a contenidos que a través de elementos comunicativos como el cine o la televisión nunca llegaría».