Daniel Herrera y Diego Guouman, fisquiteros de "Sorteando injusticia". Foto: A.S.

«Los fisquitos son diez minutos en los que te entretienes aprendiendo»

Ciencias

Todos los jueves se realiza, de 10.45 a 10.55 horas en el Aula Magna de Física y Matemáticas, una entrega de la actividad dirigida por Edith Padrón, Un fisquito de Matemáticas. Diego Guouman y Daniel Herrera, alumnos de tercero del grado de Matemáticas de la Universidad de La Laguna, presentaron esta mañana la segunda mini charla de la novena temporada, titulada Sorteando injusticia. Esta actividad lleva realizándose varios años, y los estudiantes valoran su desarrollo y la evolución del proyecto.

«Un fisquito es una forma de transmitir las matemáticas de manera amena y acercarlas a la realidad», subraya Diego Guouman para explicar resumidamente qué son los fisquitos, a lo que Daniel Herrera añade que, en realidad, no son más que charlas, sin embargo «no son tan pesadas como podría serlo una que dura cincuenta minutos, sino que son diez minutos en los que te entretienes aprendiendo».

«Cuando nos conocimos en primero de carrera pensamos que estaría bien crear un fisquito en tercero, y aquí estamos ahora»


Ambos alumnos admiten que desde primero les llamó la atención la idea de elaborar una ponencia, ya que veían que no muchos estudiantes se animaban a hacerlo. «Cuando nos conocimos en primero de carrera pensamos que estaría bien crear un fisquito en tercero, y aquí estamos ahora», comenta Herrera. La propuesta del tema surgió investigando asuntos relacionados con las matemáticas, hasta que decidieron hacerlo sobre la injusticia de los sorteos por apellidos, algo muy polémico en la actualidad y cuyo problema es el mal uso de las probabilidades.

Guouman confiesa que inventar un fisquito lleva dedicación y, además, reconoce que Edith Padrón les ayudaba siempre que podía ofreciéndoles archivos y documentos, fijándoles fechas para que no lo dejaran de lado, etc. «Nos ha llevado tiempo, pero el proceso ha sido divertido, desde proponer ideas y crear el guion hasta diseñar las diapositivas», declara.

Sobre el hecho de conseguir que estos estudios sean interesantes para un público general, Guouman determina que la complejidad no está en hacer algo gracioso, sino «que la gente lo entienda y lo vea tan apasionante como lo vemos nosotros».  Al respecto, Herrera expresa que «estas mini charlas ayudan a acercar las matemáticas con el mundo real, permitiendo que las cosas que nosotros trabajamos se vean de una manera más sencilla».

Todos tenemos un matemático interior


«Es curioso como esta carrera, que puede parecer aburrida, tenga más actividades que otras carreras que parecen más llamativas», manifiesta Diego Guouman, añadiendo que otras facultades podrían tener mayor facilidad para realizar actos de este tipo y, sin embargo, no se fomentan. Daniel Herrera se muestra de acuerdo con su compañero, agregando que «es todo un mérito que tengamos tantos eventos y oportunidades de participar en ellos».

Esta ciencia está presente en la mayoría de estudios universitarios de una forma u otra, razón por la que en estas jornadas también participan personas de otras titulaciones. En Filología, comenta Herrera, «el estudio de las métricas está muy ligado a los números, y aparentemente parece que no tienen nada que ver». Asimismo, afirma que todos tienen un matemático en su interior, pero algunos no lo manifiestan o piensan que los números no van con ellos.

«Al ver las matemáticas de una manera bonita es cuando te empiezan a gustar y a interesar», expone Guouman a la vez que defiende que cualquier persona, tenga los estudios que tenga, si le da una oportunidad a esta ciencia podría llegar a sorprenderse.

Últimas temporadas


La décima temporada del proyecto, que se realizará en el segundo cuatrimestre de este curso, será la última tras más de cuatro años celebrándose. Cada jueves el Aula Magna se llena con la presencia de profesores, estudiantes e investigadores, hecho que los dos estudiantes atribuyen a la profesora Edith Padrón: «Ella tiene mucho que ver con que asista tanta gente, siempre la ves por los pasillos anunciando los fisquitos, mirándote a los ojos y diciendo que espera verte allí».

Cuando los alumnos entraron a la carrera esta actividad ya estaba en marcha, por lo que confiesan que sentirán un poco de tristeza al ver que el próximo año no habrá más fisquitos, pero, aún así, reconocen que todos los programas tienen su final y que al menos pueden participar en este antes de que se acabe.

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