«La Ley de Peligrosidad Social era clasista, ineficaz, arbitraria y masculinizada»

Ciencias Sociales y Jurídicas

El aula Elías Serrá Ráfols, ubicada en la Sección de Geografía, acogió durante la tarde de ayer martes 25 de abril la segunda jornada del III Encuentro de Historia sobre la transición en Canarias. Una de las conferencias ofrecidas estuvo protagonizada por el doctor en Historia y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Javier Márquez Quevedo. Su intervención, titulada La formación de la sub-clase salvaje: la Ley de Peligrosidad Social en Canarias durante la Transición, se centró en la aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes en el Archipiélago durante el período comprendido entre 1975 y 1982.

Esta norma, que el franquismo mantuvo de la República, es según Márquez «un aparato represivo del Estado» para todos aquellos que no encajaban en el control que la dictadura había impuesto. Además, vista como un método para «corregir a todos los  que suponían un problema para la sociedad». Mendigos, homosexuales, alcohólicos y enfermos mentales fueron castigados por este reglamento que perseguía a cualquier sujeto sin que hubiera delinquido, basándose en su potencialidad para cometer actos delictivos.

Las persecuciones se saldaron con el confinamiento de los detenidos en cárceles donde no se buscaba su reinserción social, sino donde se les castigaba. Por este motivo, el doctor tacha a la ley de «clasista, arbitraria, ineficaz y masculinizada». En este sentido, destacó que los varones eran quienes fueron más castigados, debido a que para las mujeres «la represión iba por otras vías».

Finalmente, Márquez cerró su ponencia afirmando que la clase trabajadora que esta ley perseguía «no ha desaparecido, sino que se ha invisiblizado», recordando que un 30% de la población canaria actual se encuentra en riesgo de exclusión social.

Canarión de 22 años estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Apasionado de la lectura, la escritura y sobre todo, de la televisión y todo su mundo. Por ello, trabajo como redactor en El Televisero, portal dedicado al mundo de la pequeña pantalla.