La Sección de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna acogió este jueves 19 de abril, con motivo del XXVIII Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas Crimen y Castigo en la Edad Media, la charla El modelo de criminalidad medieval, impartida por Iñaki Bazán Díaz, profesor agregado de Historia Medieval de la Universidad del País Vasco UPV/EHU y director del Centro de Estudios del Crimen de Durango. El acto se basó en exponer los índices de criminalidad entre los siglos XIII y XX y, a la vez, mostrar la percepción que tenemos de ella.
Bazán Díaz comenzó la ponencia advirtiendo que no iba a hablar de delitos. Su propósito era dar una explicación de cómo se ha entendido por parte de la historiografía, cuál pudo ser el motivo del modelo de la criminalidad medieval y cómo se ha ido disolviendo en un paradigma diferente. “Comentaré los problemas metodológicos que tiene ese modelo, aunque será una paradoja, porque el resultado existe, lo que no sabemos es si es real. Los datos lo avalan, pero la realidad de la investigación, no”, afirmó.
Empezando con la explicación del origen del concepto, explicó que «en los años 60 se abrió una investigación de la criminalidad a través de fuentes judiciales. Se inició en una localidad normanda y se analizaron ochenta y ocho procesos judiciales”. Se destacó que, cuando se analizaron los datos, vieron que los índices de violencia en la sociedad normanda eran muy elevados entre 1587 y 1646. Sin embargo, “cambiaron las tornas de 1769 a 1789, pues habían descendido mucho y habían subido los delitos contra el patrimonio, la propiedad o de fraude”, añadió.
La Edad Media del siglo XIII al XVIII
Por otra parte, como búsqueda para avalar estos datos, los historiadores no analizaron tanto el contenido de los procesos judiciales, sino lo que se llevaba a juicio y su temática. Se llegó a la siguiente conclusión “el siglo XIII era dos veces más violento que los siglos XVI y XVIII. A su vez, durante estos últimos el índice de delitos violentos o de sangre era cinco veces mayor que en los años 60 y 70 del siglo XX”. Se destacó que durante el siglo XIV el nivel de violencia vecinal era muy alto pero el interfamiliar bajó: «Esto prueba que cuando nos trasladamos a la contemporaneidad los factores se invierten”, explicó.
Posteriormente, lo que se utilizó para estudiar la criminalidad fueron “las cartas de perdón”. “Para poder solicitar el indulto al rey, había que explicar lo que había pasado. Algunas justificaciones eran tan válidas que sirven para la sociedad actual”, afirmó. De esas cartas se sacaron dos datos: el 56 % de ellas eran por homicidio y el 99 % de las víctimas eran varones: “Esto nos lleva a decir que la gran criminalidad medieval es homicida”, declaró.
“Se traslada un presentismo al pasado”
Bazán Díaz explicó que en la Edad Moderna se origina una sociedad precapitalista donde el honor deja de ser lo primordial. “La sociedad medieval no está preocupada por la violencia sino por la honra”, declaró. Por tanto, los valores actuales no son los mismos que los de la antigüedad, por ello, el punto de vista difiere ya que “se traslada un presentismo al pasado”, añadió.
Para concluir, el profesor comentó que “la historia se hace a posteriori», y por tanto, ellos se encargan de reconstruirla. Con esto quiso decir que no toda la sociedad era así, sino que son los datos que se han recogido los que nos la muestran de esta manera. Bajo su punto de vista, “lo ideal sería hacer la media del número de asesinatos y el total de la población, pero de la época medieval es imposible tener la demografía”.