Michi Vílchez es el director, guionista y actor en 'Barbie, el Musical'. Foto: PULL

«La comedia y el humor deberían ser considerados una prioridad y no un lujo»

Cultura / Ocio

Michi Vílchez, originario de Jaén, es un artista multidisciplinar que se ha destacado como actor, director, productor y dramaturgo en el panorama teatral español. Desde temprana edad mostró un gran interés por las artes escénicas. Por esta razón fundó su productora Universo Musical Producciones. Bajo su dirección el espectáculo La vida en Rosa: Barbie llegará a las Islas Canarias el próximo sábado, 26 de abril, en el Teatro Leal y el domingo, 27 de abril, en el Teatro Víctor Jara de Gran Canaria.

¿Cómo surge la idea de hacer Barbie, el Musical? «Nace de una constante búsqueda por encontrar formatos que entretengan al público. Barbie es un producto que funcionó muy bien cuando salió la película y queríamos que la gente pudiese disfrutar en directo con una trama nueva, pero siempre centrado en la icónica muñeca. Deseábamos hacer un producto familiar, pero no infantil. Una trama que cualquier persona pueda entender».

¿Cómo describiría la historia? «El musical es una comparativa del mundo actual con el mundo de los juguetes, los cuales se parecen más de lo que creemos. Por eso la gente se identifica tanto con los personajes que nos hemos inventado para la obra. Contamos con una coreografía muy buena realizada por la coreógrafa Miriam Tazi. Además, una puesta en escena original que al público canario le va a gustar».

¿Cómo ha sido el proceso creativo de llevar al teatro el mundo de Barbie? «Ha sido todo un reto porque teníamos que llevar al escenario un mundo ficticio con mucho color, con un vestuario muy específico y con unos detalles muy bien cuidados. Tenemos que recrear todo ese mundo de Barbie. Todo lo físico junto con lo que tenemos de video mapping y de personajes caracterizados. Hemos conseguido transportar ese mundo a la realidad, pero no ha sido fácil».

Usted es el director, guionista y actúa en la obra. Dentro de estos tres roles, ¿cuál ha sido el más complicado? «En este caso, que me hayan contratado para las tres cosas, fue algo que me tuve que pensar bastante. El momento de coordinar la dirección con la actuación es bastante complicado, sobre todo porque debes tener una gran preproducción para poder transmitirlo al resto. Además, mientras estas trabajando individualmente, tienes que estar pendiente a que el resto esté continuando. Lo más complicado es compaginarlo todo, cumplir con las expectativas ha sido un reto, pero al final he salido muy contento».

«Es una obra que puede disfrutar todo el mundo»


¿Disfruta más actuar o dirigir? «La verdad que no sabría decirte, porque también me dedico a la distribución de espectáculos. Cada cosa que hago es porque realmente me llama el proyecto, tengo la suerte de poder trabajar en lo que me gusta y sobre todo elegir. Cuando dirijo es porque sé que tengo ganas de hacerlo y cuando interpreto un papel es porque creo que a ese personaje escrito, entre líneas, puedo prestarle mi cuerpo, mi voz y el alma. Me gusta todo. Cada cosa que haga, la tengo que sentir de verdad y creer que puedo aportar algo».

¿Hay alguna anécdota curiosa con la que se haya quedado durante la producción del musical? «Hay momentos de la obra donde no podemos continuar la función porque salimos tronchados de la risa. Esto nos pasa mucho, porque el público se está riendo constantemente. Todo eso también lo disfrutamos. Reírnos tanto, ya sea en ensayos como en directo, aunque esté todo perfectamente medido, es lo que tiene el directo».

¿Cree que es muy complicado hacer comedia? «La comedia y el humor deberían ser algo prioritario y no un lujo. Cuando eres capaz de ver la vida a través de la gasa del humor, como le digo yo, puedes hacerle burla a los problemas y pasarlo todo. La comedia para mí es lo más complicado. La gente debería quitarse los prejuicios y disfrutarla como se hacía antes. Hacer reír es complejo. La gente lo que hace es aparcar sus problemas en la puerta y disfrutar el tiempo que dure la función. Si tú pones de tu parte y la otra persona también, se puede hacer perfectamente comedia».

¿Qué aspecto cree que puede sorprender más al espectador en este musical? «Creo que la comedia. La gente va a ir un poco dispuesta a pensar que será un musical de barrio, pero no. Podrán disfrutar de una mezcla de coreografías, video mapping y canciones conocidas. Van a reírse sin parar, y sobre todo que lo van a hacer en familia. Es una obra de humor blanco que puede disfrutar todo el mundo».

Como director, ¿hay algo que haya querido que se refleje principalmente en el musical? «He tenido presente, por ejemplo, que sea muy orgánico. Aunque sea un musical donde están interpretando a Barbie o Ken, quiero que sea lo más parecido al mundo real para que el público se pueda identificar con los personajes».

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