Año 2014. Sábado por la tarde. Surge una idea en la cabeza de Isaura Sanabria. Plasmar las flores de Canarias y otros motivos autóctonos en bolsos. Un producto enfocado al turismo, «un souvenir bonito, práctico y de calidad». En ese entonces era propietaria de una tienda de mercería, que decide cerrar y ponerse manos a la obra con su proyecto. Para ello recluta a la vocación artística de su hija, estudiante de Bellas Artes en la ULL, y a la experiencia y el buen hacer de su madre, costurera a nivel particular. Así, estas tres mujeres de tres generaciones diferentes, todas de nombre Isaura, fundan Green Bags Canarias.
El primer reto llegó a la hora de obtener los elementos que necesitaban. «Yo quería que el material fuera polipiel y aquí no había ningún lugar para hacer las impresiones sobre este ella», cuenta Sanabria. Lo consiguieron finalmente en la Península y se pusieron manos a la obra. Desde este momento comienza su evolución como marca. En estos cinco años de trayectoria no solo han cambiado de logo, también han progresado sus diseños.
Isaura Ulloa, la hija, es una de las responsables de este desarrollo. Acababa de terminar primero de carrera cuando se embarcó en este proyecto familiar. Desde entonces, empezó a compaginar sus estudios y lo que aprendía día a día con su labor en el taller. «Bellas Artes, más allá del uso del Photoshop o el Illustrator, me ha aportado técnicas de pintura e ilustración que he usado en nuestros bolsos, además de formas para combinar los colores», comenta.
Cinco años de crecimiento
El paso del tiempo hizo que quisieran dar un paso más. Entonces, comenzaron a diversificar las temáticas en sus creaciones. La estudiante se dedicó a diseñar estampados, ya no solo basados en motivos canarios, sino representando frutas, animales y demás elementos que, a pesar de no ser autóctonos de las islas, se dan en zonas con climas muy parecidos al nuestro. Además, comenzó a tratar con otras formas más abstractas, formando combinaciones de lunares y rayas con un toque étnico.
Una vez asumidos los riesgos, solo les quedaba avanzar. A medida que la empresa crecía, el volumen de trabajo aumentaba. Entonces, en 2017, tuvieron que contar con su primera empleada: Lucy Pérez. Ella asegura que creía en el proyecto desde que Isaura Sanabria se lo planteó. Además, ha notado el crecimiento de la empresa: «A veces, hay encargos grandes y hay que cumplir con todos los clientes, por lo que tenemos que hacer el trabajo rápido y bien». Aun así, afirma que hay un gran ambiente dentro del taller.
Green Bags ya cuenta con 40 puntos de venta en Canarias. Isaura Ulloa, se encarga de la captación de estos locales y de la gestión de los pedidos. Una vez surtidas las Islas y debido a su pequeña población, decidieron expandirse más allá del Archipiélago. Así, cuentan también con tiendas colaboradoras en Santiago de Compostela y en Italia, además de un nuevo punto en Málaga.
Una empresa con conciencia social, un producto sostenible
Tras cumplir con sus expectativas, se presentaba un nuevo desafío: la sostenibilidad. Los clientes comenzaban a pedir unos productos que estuvieran en mayor sintonía con la lucha contra la contaminación y el respeto por el medioambiente. Optaron por el algodón orgánico. Asimismo, trabajan con una empresa de peletería tinerfeña a la que le compran los restos de piel, recortes, con los que llevan a cabo muchos de los detalles de los bolsos.
Green Bags se define como un proyecto vinculado con lo social. Por ello, el pasado marzo sacaron una colección con estampados en tonos violetas y en la que, en cada accesorio, se podía leer una consigna clara y breve: no. Con esto buscaban apoyar a todas las mujeres como ellas en el Día Internacional de la Mujer, una fecha tan importante y reivindicativa. Además, decidieron brindar la oportunidad que ellas se ganaron a otras personas. Por eso, decidieron formar a un estudiante del Ciclo Formativo de Confección y Moda, brindándole unas prácticas en su emergente empresa.
A pesar de su éxito, quieren seguir progresando. Para ello es muy importante la promoción de los productos, cosa de la que se encarga la menor de las Isauras. Además de las redes sociales, procura que su marca esté presente en la mayor parte de los markets que se celebran tanto dentro como fuera de la Isla. Estos son eventos realizados para que los diseñadores muestren sus productos y que el público pueda adquirirlos. «Son buenos sitios para hacer ventas, pero sobre todo para darnos a conocer», reconoce. Este fin de semana, por ejemplo, participarán en Tabacalera Market, que tiene lugar en La Laguna Gran Hotel.
Madre e hija definen Green Bags como su pasión. Mientras la más joven sostiene que «es un trabajo que sale solo», su madre, pedagoga, ha hecho de su hobby una dedicación de la que puede disfrutar plenamente. Ambas animan a apostar por los proyectos en los que uno cree, con esfuerzo y dedicación, aunque conlleve un riesgo. Se puede ganar. No hay más que ver hasta donde ha llegado una idea de sábado por la tarde.